Un grupo de niños de una escuela de la localidad colombiana de Suárez (suroeste), de la que es oriunda la vicepresidenta Francia Márquez, cantaron, oraron y se resguardaron debajo de sus pupitres en momentos en que las disidencias de las FARC hostigaron al Ejército.
Así lo registró un video que la misma población compartió a través de las redes sociales, que evidencia la situación vivida en la Institución Educativa Agrícola, a pocos kilómetros de una base militar ubicada en la localidad de Los Pinos.
En esta parte del país hay fuerte presencia de las disidencias de las FARC al mando de Iván Mordisco que atacan a plena luz del día a la policía, al Ejército e incluso a los civiles.
El video muestra a los alumnos de diferentes edades debajo de sus pupitres mientras cantan y rezan guiados por su maestra que les indica qué deben hacer cuando escuchan disparos o explosiones.
Los niños llegaron a esta escuela porque en la que estaban el año pasado fue alcanzada por un explosivo en una arremetida de las disidencias de las FARC contra el Ejército.
Ante los reiterados ataques de los grupos armados los profesores de varios colegios del Cauca han desarrollado protocolos de seguridad que los alumnos siguen al pie de la letra.
Los niños aprenden a ponerse en posición fetal, a cubrirse el estómago y la cabeza con las manos y los brazos cuando escuchan disparos y explosiones.
La semana pasada el presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenó no reanudar el cese el fuego con el Estado Mayor Central (EMC), ni establecer un diálogo tras la escalada de violencia en el suroeste del país.
Los ataques de las disidencias incluyeron el hostigamiento a la estación policial de Morales, en la que murieron dos policías y dos presos que estaban en la estación de la institución.
Los acciones de esa guerrilla se han intensificado en esa región del país luego de que en marzo pasado el Gobierno suspendió el cese el fuego bilateral en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca y Cauca por la violencia de ese grupo armado contra indígenas y contra la fuerza pública. EFE