La fiscal general de Florida, Ashley Moody, pidió este jueves al presidente de EE.UU., el demócrata Joe Biden, que detenga “el apoyo continuo a los intereses comunistas de Cuba”, después de que la administración federal autorizara a emprendedores cubanos abrir y utilizar cuentas bancarias estadounidenses.
“El presidente Biden sigue siendo manipulado por el régimen de Castro y ahora, por primera vez en más de 60 años, Estados Unidos abrirá sus instituciones bancarias a quienes puedan apoyar o estar afiliados a la dictadura comunista”, señaló Moody en un comunicado.
La republicana recordó que el año pasado la Administración Biden se abstuvo de implementar esta medida tras las críticas de la oposición en el Congreso y de la comunidad cubanoestadounidense, quienes “enfatizaron que no existe una libre empresa legítima en la Cuba comunista” y que las empresas privadas son propiedad de personas vinculadas al Gobierno de la isla.
“La administración Biden ha ignorado inexplicablemente estas preocupaciones y ha seguido adelante”, agregó.
La fiscal de Florida, estado que alberga a la mayor comunidad de exiliados cubanos, extendió estas preocupaciones a la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, a quien en una carta alertó de los riesgos de esta medida.
Podrían permitir, dijo, que empresas propiedad o controladas por “miembros del régimen comunista abran cuentas bancarias y se infiltren en el mercado estadounidense haciéndose pasar por ‘empresarios independientes del sector privado'”.
El pasado martes, el Tesoro de EE.UU. dio a conocer que desde ese mismo día los emprendedores cubanos podrían “abrir, mantener y utilizar de forma remota cuentas bancarias estadounidense mediante plataforma de pago en línea para realizar transacciones autorizadas” ya sea desde Estados Unidos, Cuba o cualquier otro país del mundo.
La medida, agregó esa agencia federal, busca “promover la libertad de internet en Cuba, apoyar a los empresarios independientes del sector privado y ampliar el acceso a ciertos servicios financieros para el pueblo cubano”.
Hasta ahora, los cubanos que visitaban Estados Unidos podían abrir cuentas bancarias en el país norteamericano, pero no las podían utilizar una vez regresaban a Cuba debido al embargo que pesa sobre la isla.
Estados Unidos también actualizó su definición de emprendedor cubano para incluir ya no solo a los trabajadores por cuenta propia sino también a cooperativas y pequeñas empresas privadas de hasta 100 empleados, las cuales podrán acceder al sistema bancario norteamericano.
La medida mereció las críticas de congresistas estadounidenses de origen cubano, entre ellos el senador por Florida Marco Rubio, quien en su cuenta de la red social X manifestó que “el ‘sector privado’ de Cuba es una fachada que enriquece al régimen de Castro y (del presidente cubano Raúl) Díaz-Canel”.
“Biden dará más oxígeno a la dictadura cubana, abriendo el sistema bancario de EE.UU. al ‘sector privado’, una tapadera del régimen para obtener divisas”, se lamentó, a su turno, la congresista republicana por Florida María Elvira Salazar. EFE