La vida de Loni Willison conmovió a la audiencia, ya que, a pesar de la preocupación de varias personas por su situación de vida en la calle, ella declara sentirse más robusta y confiada que nunca.
Por La Nación
Esto se debe a un episodio adverso ocurrido hace diez años, cuando se separó de su entonces esposo, el conocido actor Jeremy Jackson, quien durante la duración de su matrimonio, la maltrató y agredió severamente.
Jeremy Jackson se destacó como un actor juvenil, alcanzando notoriedad en la serie Baywatch, en la que representó a Hobie Buchannan desde 1991 hasta 1999, año en que llegó a la mayoría de edad.
A los 19 años, hastiado de su papel en la serie, Jeremy comenzó a producir metanfetaminas, lo que finalmente lo llevó a una condena de 90 días de cárcel y a múltiples estancias en centros de rehabilitación, sumando un total de cinco.
Estos eventos precedieron su encuentro con Loni, quien durante muchos años se destacó en las portadas de revistas de fitness en Estados Unidos como Glam Fit y Flavor. Adicionalmente, a su carrera de modelo, ejerció como asistente de un médico especializado en cirugía plástica.
El enlace matrimonial entre Loni y Jeremy se realizó en 2012, momento en el que la figura de Loni se hizo habitual para los paparazzis en diversas galas y eventos públicos. Aunque aparentaban estar felices durante estas apariciones, desde el inicio de su matrimonio, Willison padeció de agresiones físicas por parte de Jeremy.
Sin embargo, no fue hasta 2015, tras oficializar su separación de Jackson, que reveló estos episodios de violencia. Durante un altercado en su residencia, los excesos de drogas y alcohol de Jeremy llevaron a que la agrediera gravemente.
Las lesiones de Willison incluyeron fracturas en las costillas y heridas en el cuello, además de múltiples rasguños en su rostro y cuerpo, lo que la forzó a dejar su empleo como modelo; el médico para el que laboraba también decidió no contar más con sus servicios.
Este evento marcó el inicio de un periodo de adversidad para la entonces joven de 31 años, quien con limitados medios logró arrendar un espacio donde experimentaría una violencia extrema.
Posteriormente, al encontrarse sin hogar, Loni relató en una entrevista para Daily Mail que, poco después de su divorcio y mientras arrendaba un cuarto, su exmarido arregló para que la electrocutaran durante un año, lo cual supuestamente le causó una sensibilidad extrema al contacto con ciertos metales y electricidad, impidiéndole habitar en espacios cerrados.
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