El fallecimiento de una persona que había resultado herida en un ataque armado contra personas que se preparaban para asistir a una función circense en Ecuador, se sumó al asesinato del legislador alterno e influencer Cristhian Nieto y su esposa Nicole Burgos (también influeyente de contenidos digitales) en el suceso ocurrido la noche del domingo, en la provincia costera de Manabí, en el oeste de Ecuador.
La prensa local informó este lunes de la muerte de un joven que resultó herido mientras hacía fila para entrar a la función.
Según imágenes difundidas en redes sociales, un tiroteo se registró cuando decenas de personas, entre ellas muchos niños, hacían fila y empezaban a ocupar sus asientos en un circo.
De acuerdo a informaciones difundidas en redes sociales, un periodista también resultó herido cuando transmitía en vivo por internet el ingreso de las personas al circo.
Nieto, legislador alterno (de reemplazo) por el movimiento Revolución Ciudadana, había acudido al espectáculo -según varios medios digitales- por ser uno de los organizadores del mismo, como homenaje por el Día del Niño que en Ecuador se celebra el 1 de junio.
Este crimen de personas de la vida política y pública de Ecuador se suma a otros, como el ocurrido en marzo pasado, cuando Brigitte García, alcaldesa de la ciudad costera de San Vicente, también en la provincia de Manabí, fue asesinada a tiros, pese a que entonces regía un estado de excepción decretado por el Gobierno para frenar la espiral de violencia que se había registrado a principios de año.
García, de 27 años, era considerada la alcaldesa más joven del país y también era militante del movimiento Revolución Ciudadana, que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
El crimen de García había ocurrido a menos de dos meses del asesinato a tiros de Diana Carnero, concejal del municipio costero de Naranjal, en la provincia de Guayas, ocurrido el 7 de febrero y también en medio del estado de excepción.
Carnero, de 29 años, fue acribillada por sicarios en plena vía pública en Naranjal, un municipio cercano a la ciudad portuaria de Guayaquil.
El presidente Daniel Noboa decretó a inicios de enero, cuando no llevaba ni dos meses en el poder, un estado de excepción por los elevados índices de violencia y decretó el “conflicto armado interno” contra 22 bandas criminales, a las que pasó a llamar “terroristas”.
La espiral de violencia se desató cuando el Gobierno se aprestaba a avanzar en el llamado ‘Plan Fénix’, con el objetivo de recuperar el control de las prisiones, muchas de ellas dominadas por grupos de delincuentes, cuyas rivalidades ha dejado más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Esa violencia también se trasladó a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos de la región, con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.
Decisión popular
El pasado 21 de abril los ecuatorianos participaron en un referéndum y consulta popular sobre varios temas de seguridad, justicia, inversiones y empleo.
Los electores aprobaron entonces la posibilidad de que las Fuerzas Armadas participen en acciones de seguridad interna en apoyo a la Policía, sobre todo en la lucha contra el crimen organizado, sin necesidad de recurrir a los estados de excepción. EFE