El golpe le había resultado perfecto: a punta de pistola redujo al responsable de un comercio del centro de Villa Gesell, en Argentina, y, con varias prendas deportivas como principal botín, emprendió la fuga. Pero al asaltante las cosas se le pondrían negras muy pronto.
Por: La Nación
La denuncia del damnificado activó el operativo policial y las cámaras de seguridad permitieron orientar pronto la búsqueda hacia la franja de playas más cercana, donde el delincuente quedó cercado por uniformados y patrulleros. En la encrucijada, intentó la peor de las huidas: corrió mar adentro.
El recorrido fue corto porque el oleaje y la temperatura del agua, por debajo de los 13 grados en esta época de fríos más propios del puro invierno, lo llevaron a un rápido cambio de decisión y entregarse.
Sus huellas quedaron marcadas en la arena húmeda y detrás de ellas fueron los efectivos, que así pudieron reconstruir el recorrido y llegar hasta los elementos que había descartado en cuanto advirtió que lo perseguían. La policía pudo secuestrar la indumentaria sustraída y también la pistola que había utilizado para amenazar al comerciante durante el asalto.
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