La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, en lo que va de 2024, alrededor de 7,7 millones de venezolanos está fuera de su país de origen.
Esta institución, una organización intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se enfoca en abordar la migración, indicó que la mayoría de los migrantes y refugiados venezolanos residen en países de acogida como “Colombia (2,9 millones), Perú (1,5 millones), Brasil, Ecuador y Chile”.
También apuntó que aunque en los países de acogida ha habido avances en la regularización, “un gran número de migrantes y refugiados no cuentan con documentos migratorios, con la consiguiente limitación de acceso a la protección social en algunos países”.
A estas cifras se suman las que proporciona ACNUR, (Agencia de la ONU para los Refugiados) en cuya página web oficial destacó que, de los 7,7 millones de venezolanos que forman parte de la ola migratoria, unos 230 mil connacionales son reconocidos como refugiados y al menos un millón son solicitantes de asilo.
Ante esto, el escenario de un posible retorno de connacionales ha sido parte del discurso político y social. Sin embargo, hay variables sociales, políticas y económicas que indicen directamente en la cantidad de venezolanos que realmente pueden concretar un regreso al país.
Migrantes venezolanos: Los que podrían regresar
Trino Márquez, sociólogo y profesor titular de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), explicó que estadísticamente el retorno de migrantes a sus países de origen “es relativamente bajo en general”.
Precisó Márquez que el retorno, estadísticamente, se sitúa entre el 10% y 15% de personas que finalmente retornan al país, según experiencia y análisis histórico de procesos migratorios del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“La experiencia histórica demuestra que entre 10%, 12% o 15% de los migrantes regresan de forma general. ¿Por qué? Porque la gente se estabiliza en los países de recepción, establece familias, se casa con personas de los países de acogida, consigue empleo y porque, en general, establece vínculos profundos, crea comunidades y crea nexos. Y esa es un ancla muy poderoso para que la gente se quede”, detalló el también especialista en Ciencias Sociales.
Un enunciado con el que concuerda el economista y profesor de la UCV, Luis Crespo, quien expresó que el retorno de migrantes es un tema “complejo y heterogéneo” y que está relacionado también con la temporalidad que tengan en los países de acogida.
“Si tienen entre cero y cinco años, entre cinco y diez años, entre diez y quince años en los países a los que migraron, porque, en definitiva, de eso depende el nivel de estabilidad, de identificación, de desarrollo de estos ciudadanos venezolanos en otras latitudes y que han podido concretar o no sus proyectos”, expuso.
Por ende, es enfático al apuntar que no se debe esperar un retorno de un 50% de connacionales, ya que “no es factible”.
“Lo que sí es que pudiéramos estar claros en que existen expectativas en un porcentaje de esa población que está afuera, que no ha logrado concretar sus proyecto, que son víctimas de exclusión y que este porcentaje puede estar concentrado entre los que tiene entre cero y cinco años fuera del país. Allí pudiera existir un porcentaje de venezolanos a retornar.
Sin embargo, Crespo enfatizó que un punto a considerar es que hay un porcentaje de la población migrante venezolana en el cual “hay perseguidos políticos, hay venezolanos que se van o que se fueron porque el país no tiene condiciones socioeconómicas para creer en posibilidades de desarrollar un proyecto de vida”.
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