La dieta mediterránea se caracteriza por ser rica en verduras, frutas, frutos secos, semillas, cereales integrales y legumbres y su principal fuente de grasa es el aceite de oliva, especialmente el extra virgen. También incluye un consumo moderado de pescado, aves, lácteos y huevos y una ingesta limitada de carnes rojas, dulces y alimentos procesados.
Por TN
En la actualidad, existen numerosos estudios científicos que avalan los beneficios de este patrón alimenticio para la salud y ahora una nueva investigación en la que participaron 25.315 mujeres estadounidenses a las que se siguió durante un periodo de hasta 25 años, encontró que las que tenían una buena adherencia a la dieta mediterránea tenían hasta un 23% menos riesgo de mortalidad por cualquier causa, con beneficios tanto para la salud cardiovascular, como para la prevención del cáncer.
El nuevo estudio fue realizado por investigadores del Hospital Brigham and Women’s, afiliado a la Universidad de Harvard, que hallaron evidencia de cambios biológicos que podrían explicar estas mejoras en la longevidad. “Para las mujeres que desean vivir más tiempo, nuestro estudio sugiere cuidar la dieta”, destacó Samia Mora, cardióloga y profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y autora principal.
“Seguir un patrón dietético mediterráneo podría dar lugar a una reducción de aproximadamente una cuarta parte del riesgo de muerte en más de 25 años, con beneficios tanto para evitar el cáncer como la mortalidad cardiovascular, las principales causas de muerte a nivel mundial”, añadió. Los resultados del trabajo se publicaron en JAMA Network.
Beneficios a largo plazo de la dieta mediterránea
Los investigadores analizaron los beneficios a largo plazo de adherirse a una dieta mediterránea en una población estadounidense reclutada como parte del Estudio de Salud de las Mujeres y examinaron los mecanismos biológicos que podrían explicar los beneficios de la dieta. Para ello, evaluaron un panel de aproximadamente 40 biomarcadores que representan varias vías biológicas y factores de riesgo clínicos. Los biomarcadores del metabolismo y la inflamación fueron los más importantes, seguidos por las lipoproteínas ricas en triglicéridos, la adiposidad y la resistencia a la insulina.
“Nuestra investigación proporciona una visión significativa para la salud pública: incluso cambios modestos en los factores de riesgo establecidos para enfermedades metabólicas, particularmente aquellos relacionados con metabolitos de pequeñas moléculas, inflamación, lipoproteínas ricas en triglicéridos, obesidad y resistencia a la insulina pueden producir beneficios sustanciales a largo plazo al seguir una dieta mediterránea”, dijo el autor principal Shafqat Ahmad, profesor asociado de epidemiología en la Universidad de Uppsala, Suecia e investigador en el Centro de Metabolómica de Lípidos y la División de Medicina Preventiva del Brigham.
Los autores reconocieron ciertas limitaciones clave del estudio, por ejemplo, que solo habían participado profesionales de la salud femeninas de mediana y avanzada edad, bien educadas, predominantemente blancas y no hispanas. Además, el estudio se basó en cuestionarios de frecuencia alimentaria y otras medidas autoinformadas, como altura, peso y presión arterial. Sin embargo, las fortalezas del estudio incluyen su gran escala y su largo periodo de seguimiento.
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