Una socialité de Los Ángeles que fue condenada por asesinato tras matar a dos niños pequeños con su automóvil durante una persecución con su amante se quejó ante el juez diciendo que ya había sufrido suficiente y luego se derrumbó cuando fue sentenciada a entre 15 años y cadena perpetua.
Por New York Post
Rebecca Grossman, de 60 años, quien mató a los hermanos Jacob, de 8 años, y Mark Iskander, de 11, en un incidente de atropello y fuga en 2020, hizo una súplica desesperada al juez del Tribunal Superior Joseph Brandolino para que fuera suave con ella mientras los fiscales exigían que recibiera el máximo de 34 años a cadena perpetua en prisión estatal.
Sus abogados solicitaron que se le permitiera libertad condicional.
Pero Brandolino le condenó 15 años de cadena perpetua y le ordenó pagar 47.000 dólares en restitución, diciendo que “no era un monstruo como los fiscales la retrataron”.
Al darle la sentencia más indulgente, el juez citó la historia de Grossman como filántropo.
“No soy una asesina y le pido que reconozca ese hecho verdadero”, escribió Grossman en una carta al juez, a pesar de haber sido declarada culpable de asesinato en segundo grado en febrero.
“Mi dolor, mi reconocimiento del dolor que sufren los habitantes de Iskander y el dolor que veo soportar a mi familia son castigos que ya sufro y sufriré por el resto de mi vida”, añadió.
Lea más en New York Post