“Usemos siempre el casco y saquemos los caballitos de las calles”, dice Jackson Patiño, un joven motorizado que hace “motopiruetas” en una pista improvisada en el sector Aeropuerto Viejo en Cumaná, capital del estado Sucre, tras el anuncio de Nicolás Maduro que declaró el “motopiruetismo” como deporte nacional.
Víctor Federico González // Corresponsalía lapatilla.com
El decreto se dio el pasado sábado 8 de junio, desde las instalaciones del Poliedro de Caracas durante la 1era Válida Nacional de Motopiruetas. “Soy el presidente de los motopiruetas”, fue parte de lo que afirmó.
Agregó en esa alocución que “tenemos que acabar con la discriminación, con la represión y con cualquier forma de maltrato a los motopiruetas. Declaro y firmo a los motopiruetas como deporte nacional de Venezuela”.
¿Practica responsable?
De acuerdo con Darwin Parejo, vicepresidente de la Asociación de Motopirueteros “Stunt La Nueva Cumaná”, no se trata de una nueva disciplina. En entrevista con el equipo de lapatilla.com comentó que tienen 14 meses funcionando en el sector Aeropuerto Viejo de la capital sucrense.
Explicó que quienes deseen practicar en este lugar, no deben pagar membresías. Sin embargo, no descartan establecer normas para financiarse y costear gastos de futuras actividades o competencias.
Al ser consultado sobre el anuncio hecho por Maduro, agradeció que esta “disciplina” haya sido tomada en cuenta e indicó que tienen tiempo haciendo labores sociales y llevando “distracciones” a diferentes espacios.
Parejo señaló que esperan que posterior a este anuncio se establezcan medidas que beneficien el desarrollo de este “deporte nacional”. Además, hizo un llamado al uso permanente del casco y adelantó que esperan visitar comunidades para explicar en qué consiste esta nueva “disciplina”.
Sobre los comentarios de las personas que descartan esta actividad de alto riesgo como un deporte, respondió “hay que considerarlo un deporte, es algo nuevo que se irá trabajando y creando para que sea mejor cada día, las críticas no nos pueden detener”.
Asimismo, manifestó que no respaldan que se hagan piruetas en calles y avenidas, ya que considera que existen espacios y pistas destinadas para estas acciones. Sumado a Cumaná, en localidades como Casanay, Santa Fe, Güiria y Carúpano en la geografía sucrense, ya existían formas de organización, incluso, han realizado eventos locales y regionales.
¿Es suficiente un decreto?
Para la socióloga Showny Azar, “empieza mal” la propuesta debido a que lo está haciendo Nicolás Maduro. “La ilegitimidad que él tiene y la impopularidad que tiene hace que el anuncio del decreto se vea más bien como algo risible y de poca seguridad, y no como algo serio”, sostuvo.
“La actividad como tal y los vídeos que sacaron, no le da la seriedad que amerita. Decretar un deporte así, no es como cualquier cosa, necesitas también la visión de deportistas expertos para poder hacer algo serio (…) Yo creo que empieza bastante mal, quizás pudiese rescatarse, pero con un proceso de profesionalización. No quiero sonar elitista, pero cualquier deporte o carrera tiene que tener su proceso de profesionalización; de lo contrario estaríamos en una anarquía”, argumentó Azar.
Sin embargo, consideró que pudiese ser rescatable en la medida en que se le otorgue “seriedad y transparencia”. Aunque alertó que “de plano se ve que no es algo serio y se ve que es para instrumentalizar a ese sector de la población”. Reconoce que es “interesante” ver cómo en el caso de los motopirueteros del estado Sucre ya venían organizándose sin esperar un decreto.
“Creo que eso responde a estas nuevas formas de asociación que estamos viendo en Venezuela, debido a la crisis la crisis social y la migratoria. La crisis social ha generado que todos nos aislemos (…) pero cuando la gente empieza a crear distintas asociaciones por sus propios medios u organizaciones para empezar a generar también mayor capital relacional con otras personas que se parezcan a uno mismo o que se dediquen a la misma actividad o tenga los mismos hobbies, yo creo que eso es positivo”
Sobre la posible instrumentalización de este sector de la población, expresó que pudiera responder al respaldo que ha recibido la líder opositora María Corina Machado de los motorizados en sus diferentes recorridos por las regiones.
“El Gobierno ha copiado la campaña de María Corina visitando los mismos estados, y no sólo eso, sino también la forma en cómo ella le ha hablado a la gente que va a verla (…) Quizás puede responder a eso y también hablo de instrumentalizar para decir que específicamente el Gobierno utiliza una causa para captar votos, pero no necesariamente porque esté interesado en una causa”, dijo al tiempo que recordó la instrumentalización de los adultos mayores con la creación reciente de la Gran Misión Abuelos de la Patria, mientras cobran pensiones insuficientes para cubrir sus gastos básicos.
A su juicio, este anuncio contribuye a la estigmatización de los motorizados, teniendo en cuenta que ya existe un prejuicio acerca de ellos en general. “Aparte de la cantidad de motorizados que existen, yo creo que el problema no es la cantidad, sino que no se respetan las leyes de tránsito, en general, ni por parte de los motorizados ni por parte de los demás vehículos que transitan (…) Entonces yo creo que sí contribuye al estigma, además de que está asociado a personas con bajos recursos, que solo quizás pueden optar por comprar una moto para subsistir y, en general, resolver sus medios de vida, es decir, se compran una moto para hacer delivery o para transportarse, transportar a su familia”.
Sumó que otro estigma que gira alrededor de los motorizados está relacionado a los altos niveles de inseguridad que se registraban en el territorio nacional para los años 2016 o 2017. “Se asociaba el cometer delitos con personas motorizadas”, dijo.
Inversión y reglamentos
Según Lilian Romero, directora de Asotránsito, la seguridad vial en Venezuela es “inexistente”, ya que las carreteras no son seguras “por más que las limpien y pinten de amarillo”.
A través de un video publicado en sus redes sociales, Romero señaló que esta actividad ya existía en el territorio nacional al menos desde hace dos años y ha sido causante de siniestros viales.
En este sentido, reflexionó que los recursos económicos que se destinarán para adecuar espacios y pistas para los motopiruetas en los distintos municipios, pudieran utilizarse para mejorar las vías en beneficio de todos los conductores. También dijo que no puede establecerse comparación con otras disciplinas.
Del mismo modo, advirtió que las cifras de siniestros viales en moto van en aumento todos los días en el país. Argumentó que es mejor construir autoescuelas para que todas las personas reciban capacitaciones y disminuir así los accidentes, que invertir en escuelas para enseñar motopiruetismo.
Sobre “la discriminación”, dijo que es necesario hablar en todo caso del gremio de motorizados, debido a que son una población vulnerable al no contar con un reglamento que establezca por donde deben circular ni tienen un seguro social que los ampare.
Precisó no estar en desacuerdo con el decreto y que sus observaciones son por la ausencia del basamento legal necesario y la situación de la educación vial en la actualidad.
Cabe destacar que Asotránsito en redes sociales ha alertado sobre el problema de salud pública que representan los accidentes viales, debido a que las lesiones o muertes que se registran causadas por esta “disciplina” impactan directamente en el sistema de salud.