Una de las piezas más grandes que faltan en los relatos bíblicos de la vida de Jesús es su infancia. Pero los relatos apócrifos, como el Evangelio de Tomás, hablan de los supuestamente milagrosos primeros años de Jesús.
Por infobae.com
La versión más antigua conocida de este libro es un códice del siglo XI d.C., pero un nuevo fragmento de papiro parece contener una parte aún más antigua del texto, una que data del siglo IV o V d.C., que está mucho más cerca de su origen alrededor del siglo II d.C.
Esto no solo ofrece una visión íntima de las historias que intentan representar la infancia de la figura religiosa de Jesús, sino que también muestra cómo estas historias se extendieron a lo largo de los siglos.
Escasez de datos sobre la infancia de Jesús en la Biblia
Aunque Jesús es una de las figuras más influyentes que jamás haya existido, los teólogos y eruditos saben sorprendentemente poco sobre su infancia. El Evangelio de Lucas menciona un traslado a Jerusalén cuando Jesús tenía 12 años, pero es difícil encontrar otros detalles sobre sus primeros años.
Por supuesto, eso no significa que esos relatos no existan. Si bien la Biblia representa el canon bíblico de la fe cristiana, existen muchas otras historias, también conocidas como apócrifas, que van desde textos con potencial historicidad hasta lo que probablemente sea algún tipo de ficción religiosa. Escondido entre esta colección de apócrifos, que pasó inadvertido durante décadas en la Biblioteca Estatal y Universitaria Carl von Ossietzky de Hamburgo, se encontraba un fragmento de papiro originario de Egipto conocido por su número de inventario “P.Hamb.Graec. 1011?.
El análisis del fragmento de papiro
Al analizar este fragmento, que medía aproximadamente 10 por 5 centímentros y que contenía solo 13 líneas griegas (con alrededor de 10 letras por línea), los papirólogos Lajos Berkes del Instituto para el Cristianismo y la Antigüedad de la Humboldt-Universität zu Berlin y Gabriel Nocchi Macedo de la Universidad de Lieja en Bélgica descubrieron que en realidad es el ejemplo más antiguo del Evangelio de la infancia de Tomás, un libro apócrifo que fue popular durante la antigüedad y la Edad Media. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik.
“Se pensaba que era parte de un documento cotidiano, como una carta privada o una lista de compras, porque la letra parece muy torpe”, dijo Berkes en un comunicado de prensa. “Primero notamos la palabra Jesús en el texto. Luego, comparándolo con muchos otros papiros digitalizados, lo desciframos letra por letra y rápidamente nos dimos cuenta de que no podía ser un documento cotidiano”.
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