Como todo seguidor de series sabe a veces cuando por fin se consigue ver en pantalla lo que se estuvo esperando por varias temporadas, el resultado puede ser más una decepción que un triunfo. Desde que la ficción televisiva existe, la incógnita y el suspenso por lo que vendrá suelen ser narrativamente mucho más satisfactorio que la concreción de la fantasía anticipada. Y si hay una serie que elevó las expectativas de sus espectadores a alturas épicas es Bridgerton cuya tercera temporada se completará hoy con el estreno de sus cuatro últimos episodios. Después de años de esperar por el romance entre Colin Bridgerton y Penelope Featherington, los personajes que interpretan Luke Newton y Nicola Coghlan, los fanáticos de Polin, como ellos mismos los bautizaron, tuvieron su recompensa cuando vieron la comentada escena del carruaje en el cuarto capítulo de la primera parte de la temporada disponible en Netflix, desde el 16 de mayo.
Por: La Nación
Las reacciones en las redes de los seguidores del dúo emocionados hasta las lágrimas con la confesión del soltero más codiciado del Londres de la Regencia y su encuentro amoroso y sensual con Penélope, quien lo ama en secreto desde la infancia, confirmaron el fervor que despiertan los personajes. Por eso, la anticipación sobre qué sucederá con el romance creció a niveles extraordinarios en las últimas semanas, con especial interés en el esperadísimo encuentro íntimo de la pareja. Fiel al estilo y tono que establecieron las dos primeras temporadas del programa adaptado de las novelas de Julia Quinn, los espectadores sabían al ver el cuarto capítulo y la secuencia en el carruaje que la consumación del enamoramiento estaba a la vuelta de la esquina.
En su caso, el momento en cuestión ocurre en el quinto episodio de la temporada y la precede una de las escenas más significativas para el lazo entre los personajes: mientras el mundo celebra el compromiso entre ellos, la madre de Penélope, con una malicia que la actriz Polly Walker lleva perfeccionando desde el comienzo de la serie, cuestiona las intenciones de Colin y azuza las inseguridades de la joven respecto a los sentimientos que su amado tiene por ella. El posible malentendido se resuelve pronto cuando la pareja visita el que será su futuro hogar y la pasión, finalmente, se desata.
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