Las autoridades ucranianas han documentado desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala cerca de 130.000 incidentes que podrían constituir crímenes de guerra, entre ellos 301 casos de violencia sexual, cometidos por las tropas de la Federación Rusa, según ha anunciado el fiscal general de Ucrania, Andrí Kostin.
“Los invasores rusos han matado a más de 12.000 civiles, entre ellos 551 niños”, agregó Kostin durante un panel dedicado a las consecuencias humanitarias de la agresión rusa celebrado en el marco de la Cumbre de la Paz impulsada por Kiev que este fin de semana congregó a más de cien países y organizaciones internacionales en Suiza.
El fiscal general explicó que la cifra incluye únicamente “datos confirmados”.
Según un comunicado emitido este lunes por la presidencia ucraniana sobre lo expuesto por los representantes de Kiev en el panel, el Defensor del Pueblo ucraniano Dmitró Lubinets denunció ante los participantes que “todos” los ucranianos que han pasado por cautiverio ruso han sufrido torturas que calificó de “sistemáticas”.
En el panel participaron también un civil y un militar que fueron hechos prisioneros por los rusos y un pastor bautista de Odesa que perdió a parte de su familia en un ataque con dron ruso, según el comunicado de la oficina presidencial ucraniana.
Ucrania ha calificado de éxito la celebración de la primera Cumbre de la Paz celebrada en Suiza, donde 78 de los 101 países y organizaciones internacionales que mandaron representación firmaron un comunicado final en el que defienden la integridad territorial de Ucrania y piden la devolución a Kiev de la central nuclear ocupada de Zaporiyia.
La declaración pide asimismo que cesen los ataques a infraestructuras portuarias y se restablezca la libertad de navegación comercial en el mar Negro y el mar de Azov para garantizar el normal suministro de alimentos a los mercados globales.
Por último, el texto pide la liberación de todos los prisioneros de guerra de ambos bandos y el retorno a territorio controlado por Kiev de todos los civiles ucranianos detenidos y de los niños deportados por Rusia de los territorios ocupados. EFE