Un equipo de atletas formado por hombres y mujeres representará a Afganistán en París, una presencia altamente simbólica por ser los primeros Juegos Olímpicos desde la llegada al poder de los talibanes, que ha significado un “apartheid de género”, según la ONU.
Como este gobierno, en el poder desde el verano boreal de 2021, no es reconocido por ningún país en el mundo, las delegaciones afganas que se presentan o no en los grandes eventos deportivos internacionales son escrutadas de cerca.
Estas son las principales cuestiones que se plantean sobre la presencia de deportistas afganos en París a partir del 26 de julio.
¿Quienes son los atletas?
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció la semana pasada que la delegación afgana estará formada por tres hombres y tres mujeres, cumpliendo así el deseo del organismo de que hubiese una paridad.
Los hombres competirán en atletismo, natación y judo, mientras que las mujeres lo harán en atletismo y ciclismo.
Ni el COI ni el Comité Olímpico Afgano han precisado la identidad de estos deportistas, pero el director general del organismo olímpico afgano, Dad Mohammad Payenda Akhtari, con base en Kabul, aseguró a la AFP que todos ellos, salvo el judoka, viven en el extranjero.
“Como el deporte femenino está suspendido en Afganistán, las deportistas no han sido enviadas desde el país”, aseguró el dirigente afgano. “Todas viven en el extranjero y son enviadas (a París) por el COI”, que se hace cargo financieramente de la mayoría de los atletas afganos, añadió.
¿Con qué bandera?
En los Juegos se utilizará la bandera negra, roja y verde de la república derrocada por los talibanes, pese a que éstos la sustituyeron por un estandarte blanco y negro.
La mayoría de deportistas afganos que compiten internacionalmente lo hacen defendiendo esta bandera.
¿Qué dicen los talibanes?
El gobierno talibán asegura regularmente que apoya a los deportistas que representan el país internacionalmente, aunque lo hagan bajo una bandera que no es la suya.
No obstante, prohíben a las mujeres practicar deporte o que asistan a parques y gimnasios. También han excluido a las niñas de las escuelas tras la educación primaria, al igual que han apartado a las mujeres de ciertos trabajos.
Akhtari asegura que actúa en coordinación con las autoridades afganas encargadas del deporte, pese a que el COI le pide relacionarse solo con el comité olímpico local, cuyo presidente y el secretario general están en el exilio. Nunca con las autoridades afganas.
“Ningún representante del gobierno talibán estará acreditado para los Juegos Olímpicos de París” del 26 de julio al 11 de agosto, anunció el portavoz del COI Mark Adams.
¿Qué pasa en otros deportes?
Afganistán sigue compitiendo internacionalmente en deportes como el críquet o en los Juegos Asiáticos.
La selección de críquet compitió en el Mundial de 2023 con la antigua bandera del país, aunque su federación siga teniendo base en Kabul.
No obstante, algunos países como Australia se niegan a enfrentarse a Afganistán como consecuencia de la política talibán de excluir a las mujeres del deporte.
También el año pasado, un equipo mixto compitió en los Juegos Asiáticos, aunque si bien una parte de los deportistas masculinos viven en el país, todas las mujeres participantes residían en el extranjero.
En los Juegos Paralímpicos de Tokio, en 2021, los afganos Hossain Rasouli y Zakia Khudadadi desfilaron con la bandera de la república apenas una semana después del ascenso al poder de los talibanes. Pudieron viajar a Japón tras ser evacuados desde Kabul.
¿Afganos en el equipo de refugiados?
Afganistán, que cuenta con el tercer mayor contingente de exiliados en el mundo, con ocho millones de personas repartidos en 103 países, también estará representado por cinco deportistas que formarán parte del equipo olímpico de refugiados EOR).
De hecho, la capitana de este equipo será una afgana, la ciclista Masomah Ali Zada, que ya participó en los Juegos de Tokio.
Los otros cuatro afganos que se benefician del estatuto de refugiado entregado por la ONU competirán en ciclismo, judo, taekwondo y breakdance.
AFP