El chef estrella Michelin que se hizo célebre luego de recibir la peor reseña de la historia

El chef estrella Michelin que se hizo célebre luego de recibir la peor reseña de la historia

Cortesía

 

“Comemos en el peor restaurante con estrella Michelin de todos los tiempos”. Así tituló su reseña Geraldine DeRuiter en su afamado blog “The everywhereist” luego de pasar por Bros´ de Lecce, en la Puglia, un destino poco transitado, pero dueño de un estilo histórico y gastronómico inconfundible, tanto que llaman a la ciudad “la Florencia del sur”. Allí, en el taco de la bota italiana, un litoral bañado por el Jónico y el Adriático, se descubre el secreto gastronómico de un chef que capitalizó a favor un desastre viral sobre su restaurante.

Por: La Nación

Rand, marido de Geraldine DeRuiter, tiene un trabajo que lo lleva a viajar por el mundo. Después de que la despidieran, ella comenzó a acompañarlo y a escribir posteos en su blog sobre sus experiencias en los diferentes destinos. El resultado ha creado un medio que la revista Times ha calificado como “consistentemente inteligente” y donde ha sugerido que “permite al resto de nosotros seguir su camino, incluso cuando la pareja simplemente está pasando el rato en su casa en Seattle”.

Su visita a Bros´, de los chefs Floriano Pellegrino e Isabella Potì, no resultó muy inspiradora. Según DeRuiter se trató de “una comida verdaderamente desastrosa, que quedará para siempre indeleble en la memoria porque es tan excepcionalmente mala que sólo puede considerarse un logro”. Para ella fue como “una especie de teatro de improvisación comunitario… No podemos llamarlo cena-teatro. Más bien diremos que fue sólo teatro”.

Luego de aquél artículo que no haría más que derrumbar a cualquiera, Pellegrino se hizo dueño de la célebre consigna de Salvador Dalí, aquella que indica: ”hablen bien o mal, lo importante es que hablen”, y pensó cómo responder a esa crítica que lo hizo viral. Envió un texto con un dibujo de un caballo con un jinete a quien quisiera publicar un descargo.

Puedes leer la nota completa en La Nación

Exit mobile version