Tres muertos, entre ellos un policía, y al menos ocho heridos, dejó el estallido de un carro bomba el viernes en una zona del suroeste de Colombia donde opera un grupo de la disidencia de las FARC denominado Estado Mayor Central (EMC), informaron el sábado autoridades.
“Se activó una carga explosiva ubicada en un vehículo particular, lo que causó la muerte del policía Santiago Moreno Ríos junto con una comerciante y un hombre”, señaló el Ministerio de Defensa a través de su cuenta en la red social X.
Agregó que la explosión causó heridas a otros dos agentes y seis civiles.
La gobernación del departamento de Nariño (suroeste colombiano), donde se produjo el hecho, reportó a su vez tres fallecidos y nueve heridos.
El viernes también se dio un ataque de rebeldes en el departamento del César (Caribe), que dejó un policía muerto y otro herido.
El presidente Gustavo Petro, quien asumió en agosto de 2022, se solidarizó con las familias de las víctimas de ambos atentados y dijo que “a quienes eligieron el camino de la guerra por encima de la paz les seguirá cayendo todo el peso de la ley”.
Los ataques se producen a pocas horas de que delegados del gobierno colombiano comiencen a negociar el lunes en Caracas con representantes de la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia, otra facción que, como el EMC, desertó del acuerdo de paz con la guerrilla suscrito en 2016.
Video: @popayan_moderna / X
“Atroz hecho”
El atentado con carro bomba en Nariño se registró en el municipio de Taminango, donde tiene “incidencia criminal” el frente Franco Benavides del EMC, cuyo líder sería alias ‘Mario’, precisó la cartera de Defensa.
“Rechazamos de manera vehemente el acto terrorista”, expresó por X el gobernador departamental, Luis Alfonso Escobar.
“Haremos los esfuerzos necesarios para ofrecer la mayor recompensa económica posible, para que los responsables del atroz hecho” sean identificados y juzgados, añadió en un comunicado.
Petro, el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, inició en 2022 negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Caracas, Ciudad de México y La Habana.
Además, instaló una mesa con el EMC, que hace parte de las disidencias de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se convirtió en partido político luego de la pacificación.
El gobierno colombiano conversa con el EMC desde octubre del año pasado, antes de que el grupo se dividiera en dos en abril. La mitad de los guerrilleros, al mando de alias ‘Iván Mordisco’ se apartó, mientras que el otro 50% sigue en diálogo.
AFP