Alfredo Maldonado: Lo peor de lo peor en busca de lo mejor

Alfredo Maldonado: Lo peor de lo peor en busca de lo mejor

Tienen que haber cometido pecados muy gordos para que la vida los castigue de esta manera, el platanazo de Lacava porque nadie lo recibió cuando quiso hundirse en la multitud, las asistencias poco concurridas a los actos convocados por una dirigencia oficialista nacional y local que no parece tener pueblo que la rodee, la corrupción generalizada de los chavistas y maduristas, civiles y militares que así como los hace ricos también se hace rápidamente de conocimiento público y notorio estén bajo investigación o no, la frustración de ser cada día menos poderosos y más detestados, la pérdida de interés de pobres y ricos de todo el país en ellos, son castigos que nacen de grandes pecados, nás que mortales sacrilegios y el estado del país tras veinticinco años de oporunidades es la más clara demostración.

Cuando un enloquecido que alardea de buen animador de masas se lanza al público y da en el suelo es porque nadie estaba pendiente de él, a María Corina Machado la levantan cuidadosamente para subirla a que hable a masas enormes, a Lacava lo dejan caer no a propósito sino porque no les interesa, Maduro se lanza encima de sus incontables guardaespaldas que están pendientes porque es su trabajo y sospechan nerviosamente de todos, diferencias que a los maduristas no sólo deben dolerles, sino avergonzarlos.

Ganen o pierdan –que cualquier cosa pueden pretender- las elecciones del 28 de julio, el chavismo y el madurismo han sido derrotados, y los psuvistas saben que tendrán que irse los diversos jefes nacionales, regionales, locales y de barrios para que ese partido vuelva a lograr algo, aquellas ofertas de Hugo Chávez se desinflaron y tendrá que desarrollarse toda una nueva generación de dirigentes, no manchados, con sus conciencias limpias, y tendrá que ser muy grande la falla de la señora Machado para que el PSUV empiece a renacer.





Lo que veremos durante los próximos años es, de una parte los esfuerzos del machadismo honesto, preparado y con afán de trabajar al mismo tiempo que deberá vigilar y depurar a los politiqueros codiciosos y egoístas que también se colarán –ya algunos son perfectamente detectables y habrá que lidiar con ellos, labor siempre difícil, amarga y riesgosa, bueno es recordar el decepcionante interinato; y de la otra las convulsiones y muy pesada digestión del psuvismo que tendrá que desembarazarse para empezar del propio Chávez y de todo el montón de ladrones, criminales, narcotraficantes y traidores –una cosa fue lo que ofrecieron Hugo Chávez y sus acompañantes civiles y militares, y los sucesores que él mismo –dicen que por exigencia de esa tragedia y falsedad latinoamericana que se llamaron Fidel Castro y sus seguidores y compinches, Nicolás Maduro y los suyos incluidos, y otra es lo que llevan un cuarto de siglo haciendo mal.

Para empezar necesitarán venezolanos de renovación que no estén con María Corina Machado, algunos habrá, y estos seguidamente deberán esforzarse con la hercúlea tarea de construir una doctrina y una actuación dignas. No será fácil ni rápido, pero si se quiere se puede.

En cuanto a adecos y copeyanos, hace tiempo que están muertos, junto con los pérfidos y corruptos chavismo y madurismo son el pasado causante de todo esto y sólo quedan para que los estudiosos los despellejen y eduquen a los jóvenes para nunca más caer en eso.

Después de todo los nazis racistas, asesinos, torturadores y derrotados fueron la base de la Alemania que hoy es ejemplo de democracia y éxito económico. Había una Alemania de antes de las dos guerras mundiales, como hay una Venezuela de antes de los desbarajustes del cuarto final del siglo XIX.

Aunque claro, los venezolanos no somos alemanes, en invierno nos mojamos pero no pasamos frío y algo bueno hemos hecho. La esperanza puede renovarse y en esta oportunidad lo que nos abre la expectativa es que las multitudes rodean a María Corina Machado, la vitorean y lloran con ella, pero no le piden favores sino que siga adelante.

En ese país realmente hastiado, nuevo y que se quiere renovar, no caben los multirreligiosos habladores de vacíos como Maduro ni los platanazos de Lacava.