La administración Biden está cerrando el centro de detención de ICE más grande del país, a pesar de que unos 7,4 millones de inmigrantes siguen libres en Estados Unidos en espera de audiencias judiciales o deportación.
Por New York Post
El Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, en Dilley, Texas, a unas 75 millas al suroeste de San Antonio, tiene capacidad para albergar a 2.400 inmigrantes.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo que reemplazará las instalaciones con 1.600 nuevas camas en otros centros de la región.
El ex director de la oficina de campo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), John Fabbricatore, dijo a The Post que la decisión muestra no sólo un “error de juicio, sino un acto deliberado de amnistía por inacción”.
Aseguró que el cierre muestra que la orden ejecutiva de Biden que restringe la posibilidad de que la mayoría de los inmigrantes soliciten asilo no es “más que un teatro político destinado a apaciguar a ciertas bases de votantes en lugar de abordar los verdaderos problemas en cuestión”.
Los inmigrantes son retenidos en centros de detención de ICE mientras los funcionarios los examinan y deciden si los liberan en Estados Unidos en espera de audiencias judiciales o los deportan.
No está claro cuántos inmigrantes hay actualmente en el centro, o qué pasará con ellos una vez que las instalaciones cierren a finales de este verano.
ICE dijo que cerrará el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas porque está administrado por un contratista penitenciario privado y es “el centro más caro de la red nacional de detención”.
La agencia agregó que agregar camas a otras instalaciones será más económico.
La instalación, que abrió durante la administración Obama, se utilizó originalmente para detener a familias, pero desde 2021 solo alberga a adultos solteros.
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