Una enorme nube de polvo proveniente del desierto del Sahara, en África, atraviesa en estos momentos el océano Atlántico en dirección al oeste y podría llegar al estado de Florida, en Estados Unidos, a finales de esta semana. El arribo de este fenómeno podría atenuar la actividad de la temporada de huracanes 2024, aunque también conlleva un riesgo para la salud.
Por La Nación
“Se acerca una capa de aire sahariana”, informó el Servicio Meteorológico Nacional de San José, Puerto Rico (NWS San José), en donde las concentraciones más altas de polvo se esperan entre hoy y el jueves, dado que se encuentra más hacia el este. El meteorólogo Matt Devitt anticipó en su cuenta de X (antes Twitter) que la densa nube se moverá a través de Florida y el Golfo de México a finales de esta semana y hasta el fin de semana.
“La mayor parte del polvo se encuentra entre 1500 y 4500 metros en la atmósfera mientras viaja más de 8000 kilómetros a través del Atlántico. El polvo sahariano no es nada nuevo, solo que ahora contamos con una mejor tecnología para detectarlo y pronosticarlo. En promedio, cada año se elevan más de 180 millones de toneladas de polvo desde África”, detalló el especialista.
Qué es el polvo del Sahara
Según el NWS San José, el polvo sahariano lo conforman partículas minerales procedentes de los desiertos del Sahara y del Sahel en el continente africano. Tal como describió la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), se trata de una masa de aire muy seco y polvoriento que se forma en esa zona a fines de la primavera, el verano y principios del otoño.
Esta nube puede viajar miles de kilómetros, impulsada por los vientos transatlánticos. Por eso, la NOAA utiliza sus satélites para rastrearla y monitorearla. El fenómeno normalmente aumenta a partir de mediados de junio y alcanza su punto máximo desde finales de julio hasta mitad de agosto.
Cómo afecta el polvo del Sahara en la formación de huracanes
Con la temporada de huracanes 2024 del océano Atlántico en marcha y las previsiones acerca de que será extremadamente activa este año, la llegada del polvo sahariano puede significar un aspecto positivo porque mitiga intensidad de estos fenómenos.
“Se ha demostrado que el calor, la sequedad y los fuertes vientos asociados con el polvo sahariano suprimen la formación e intensificación de ciclones tropicales y huracanes”, aseguró el científico Dr. Jason Dunion, investigador de huracanes de la Universidad de Miami que trabaja con el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la NOAA.
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