Como si se tratara de la famosa serie Chernóbil, así se perciben las instalaciones de lo que fuera el comedor de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo Maturín: totalmente abandonado, con monte por doquier y usado como baño público. En estas condiciones se encuentra el edificio donde se prestaba este servicio.
Corresponsalía lapatilla.com
Desde el año 2017, el comedor de la UDO dejó de funcionar debido a la crisis alimentaria que afectó al país. Luego en 2020 con la llegada de la pandemia del covid-19, la universidad quedó abandonada durante dos años, hecho que fue aprovechado para que los vándalos desvalijaran por completo este espacio.
José Montero, estudiante de Ingeniería Ambiental, comentó que la inseguridad en el campus fue tal, que fueron incontables los robos ocurridos donde se llevaron hasta las rejas de puertas y ventanas.
Pese a la promesa del gobernador chavista, Ernesto Luna, de remodelar todas las instalaciones afectadas por el vandalismo, aunque se recuperaron varios módulos, el comedor aún sigue en completo abandono.
“El comedor de la UDO y parece como que le hubiese caído una bomba, allí no queda absolutamente nada. Esto se debe a los hechos vandálicos y de inseguridad, donde se robaron todo. Anteriormente, el comedor atendía hasta 10 mil estudiantes, porque contábamos con desayuno y almuerzo, y a veces cena. Eso tenía almuerzo navideño, inclusive”, recuerda el bachiller.
El joven indicó que debido a la crisis migratoria, muchos estudiantes abandonaron sus estudios y en la actualidad la matrícula oscila entre 3.000 y 5.000 estudiantes. Muchos de ellos se ven afectados por falta de esta providencia estudiantil, por lo que suele ser común ver jóvenes almorzando en los pasillos con comida que traen de sus casas.
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