Durante las últimas semanas, las búsquedas en Google del término FLiRT han aumentado un 98%. Este interés surge porque el SARS-CoV-2, el virus causante de la covid, sigue experimentando mutaciones. En abril, se identificó un grupo de nuevas cepas virales denominadas variantes FLiRT, en referencia a las siglas derivadas de las mutaciones clave que poseen, pero ¿qué se sabe de estas nuevas cepas?
Por El País
El término FLiRT “se utiliza para describir toda una familia de variantes diferentes —incluidas KP.2, JN.1.7 y cualquier otra variante que empiece por KP o JN— que parecen haber adquirido de forma independiente el mismo conjunto de mutaciones. A esto se le llama evolución convergente”, menciona la Universidad Johns Hopkins en su sitio web.
Según un artículo de la Universidad de Yale, “para comprender mejor el origen de las cepas FLiRT, es útil analizar la evolución del virus a lo largo del tiempo, con la formación de nuevas variantes a medida que surgen mutaciones en su código genético”. El texto también señala que la variante Ómicron del SARS-CoV-2, que se estableció en Estados Unidos en 2021, dio lugar a diversas subvariantes, entre ellas JN.1, identificada en septiembre de 2023.
Las variantes FLiRT se han convertido en una preocupación significativa en Estados Unidos debido a su capacidad de propagarse rápidamente y por su capacidad para evadir la inmunidad adquirida, tanto por infecciones previas como por las vacunas, lo que ha llevado a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) a vigilarlas de cerca.
¿Qué es la variante KP.3?
La variante KP.3 proviene de JN.1.11.1, descendiente directo de JN.1 y las principales preocupaciones de esta combinación radican en sus mutaciones genéticas, especialmente en la proteína Spike, que es crucial para la entrada del virus en las células humanas. Esto ha llevado a un rápido incremento de casos en regiones densamente pobladas, con California siendo uno de los Estados más afectados en Estados Unidos.
La Universidad Johns Hopkins informó que, a finales de marzo, “la variante KP.2 era responsable de aproximadamente el 4% de las infecciones por covid-19 en Estados Unidos, mientras que su cepa parental, JN.1, causaba más del 50% de los contagios en ese momento. Para principios de mayo, KP.2 ha ascendido al 28% de las infecciones, superando a JN.1 como la variante dominante”. Ahora es el turno de KP.3.
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