En algún momento todos hemos sentido sed, pero este es solo uno de los múltiples síntomas de la deshidratación. La deshidratación es un estado crítico que puede afectar a cualquier persona y se produce cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, afectando su equilibrio de electrolitos y su capacidad de funcionar correctamente.
Cecilia Castro
Los efectos de la deshidratación pueden variar desde una simple sed hasta consecuencias más severas como convulsiones o shock hipovolémico. Aquí exploramos algunos de los signos menos conocidos de la deshidratación y por qué es crucial mantener una buena hidratación.
La sensación de sed es el resultado de un proceso fisiológico complejo que pretende ser una advertencia de que se está deshidratado y en peligro de no funcionar correctamente. Según MedlinePlus, “la deshidratación no solo significa que tu cuerpo está perdiendo agua, sino también electrolitos como sodio, magnesio y potasio, necesarios para respirar, moverse, hablar y mantener el cuerpo en funcionamiento”.
Factores de riesgo
Ciertas condiciones de salud, incluida la diabetes, pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Si se ha estado sudando excesivamente debido al calor o al esfuerzo físico, orinando con frecuencia, o vomitando o teniendo diarrea debido a la gripe u otra enfermedad aguda, es especialmente importante que prestes atención a reponer tu agua.
NHS Inform, el Servicio nacional de información de salud de Escocia, señala: “Las personas vulnerables a la deshidratación incluyen aquellas que no pueden saciar su sed debido a una discapacidad o enfermedad, atletas, niños y ancianos”. Los hombres de mediana edad o ancianos pueden correr un riesgo particular de sufrir complicaciones por deshidratación, según un estudio publicado en Journal of Physiology en noviembre de 2020.
Más detalles en INFOBAE