Pagar por WhatsApp: Este era el plan para evitar publicidad en la app

Pagar por WhatsApp: Este era el plan para evitar publicidad en la app

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La aplicación cobraba a los usuarios de Android y iPhone una suscripción anual

Seguramente muchos conocieron WhatsApp después de 2014, el año en el que Mark Zuckerberg anunció la compra de la aplicación por parte de Facebook (hoy Meta). Por lo que quizás esos usuarios no sabían que antes de ese momento la plataforma era de pago y no una versión gratuita como lo es ahora.





Por Infobae

A pesar de tener este modelo, la aplicación alcanzó mucha popularidad y eso llevó a que Zuckerberg se fijara en el proyecto y decidiera integrarla en su compañía, siendo hoy parte fundamental de su ecosistema, modelo económico y visión a futuro.

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Usar WhatsApp tenía un costo mensual

En el año 2009, Jan Koum y Brian Acton, ambos exempleados de Yahoo!, concibieron la idea de una aplicación de mensajería instantánea que fuera sencilla, eficiente y accesible para todos. Así nació WhatsApp, una plataforma que cambiaría la comunicación móvil al permitir a los usuarios enviar mensajes de texto utilizando la conexión a internet de sus teléfonos móviles, en lugar de depender de los costosos servicios de SMS de las operadoras telefónicas.

Inicialmente, WhatsApp no era gratuita. Los usuarios de iPhone, por ejemplo, debían pagar una pequeña tarifa única para descargar la aplicación y usarla de por vida.

Esta tarifa era simbólica, aproximadamente menos de un dólar, pero sentó las bases para el modelo de negocio inicial de la compañía. Por otro lado, los usuarios de Android disfrutaban de un año gratuito antes de tener que pagar una suscripción anual también cercana a un dólar.

La adquisición por parte de Facebook cambió el modelo

El 19 de febrero de 2014, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook (ahora Meta), anunció la adquisición de WhatsApp por la suma de 19.000 millones de dólares. Esta adquisición tuvo un profundo impacto en el futuro de la aplicación y su modelo de negocio.

Antes de la compra, la plataforma operaba con un modelo de suscripción modesto que permitía a la aplicación generar ingresos suficientes para mantenerse sin necesidad de recurrir a la publicidad intrusiva. Los fundadores eran conocidos por su compromiso con la privacidad de los usuarios y la experiencia libre de anuncios.

Tras la adquisición, una de las primeras decisiones clave fue abolir el modelo de pago por suscripción. Facebook decidió que WhatsApp debería ofrecerse de forma gratuita para todos los usuarios, eliminando así cualquier barrera económica para acceder a la aplicación.

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