De Sochi a París, una década convulsa entre Rusia y el deporte mundial

De Sochi a París, una década convulsa entre Rusia y el deporte mundial

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Dopaje, sanciones, Ucrania, escaladas verbales: desde hace diez años, las relaciones entre Rusia y las instancias deportivas mundiales han estado plagadas de conflictos que han derivado incluso en tensiones geopolíticas.

 





El presidente ruso Vladimir Putin puso el deporte como uno de los ejemplos de su política, pero un sistema de dopaje primero y luego la invasión de Ucrania condujeron a la casi exclusión del deporte ruso de la escena internacional.

 

Este es un recorrido por algunos de los momentos de esta década tumultuosa, a un mes de los Juegos Olímpicos de París:

 

. Crimea anexionada después de Sochi-2014

En febrero de 2014, Rusia organiza los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. Era una cita que debía simbolizar su prestigio internacional y la apertura del país. Rusia acabó primera en el medallero y Putin salió reforzado.

 

Pero unos días después del final de la competición, Rusia, como represalia a una revolución pro-occidental en Kiev, se anexionó la península de Crimea y armó a los separatistas del Donbás, desencadenando una guerra que le alejó de Occidente.

 

. Dopaje de estado

A finales de 2014 estalló el escándalo. Rusia fue acusada de haber manipulado los controles antidopaje en los Juegos Olímpicos de Sochi y de haber intervenido también controles positivos de sus deportistas.

 

Según la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ese “sistema de dopaje de Estado” afectó a 30 deportes entre 2011 y 2015 e implicó a los servicios secretos (FSB).

 

A pesar de las revelaciones de personas que habían participado en el sistema y las investigaciones de varias instancias, Rusia negó los hechos y denunció un complot occidental en su contra.

 

El escándalo derivó hacia una novela de espías en febrero de 2016, cuando dos exresponsables de la Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA) fueron víctimas de ataques cardíacos con una semana de intervalo, en circunstancias extrañas.

 

Esas dos muertes llevaron al exdirector del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenkov, a escapar a Estados Unidos, donde reconoció haber orquestado durante años el disimulo del dopaje ruso, en coordinación con el Ministerio de Deportes y el FSB.

 

En diciembre de 2017, el Comité Olímpico Internacional (COI) suspendió al Comité Olímpico Ruso.

 

. El paréntesis del Mundial-2018

En plenas turbulencias, Rusia acogió el Mundial de fútbol de 2018.

 

La competición atrajo a más de tres millones de turistas y una decena de jefes de Estado extranjeros asistieron a la ceremonia de apertura. El evento, una auténtica fiesta, debía simbolizar de nuevo la apertura de Rusia al mundo.

 

En septiembre de ese 2018, la AMA levantó también la suspensión de la RUSADA decidida en 2015 a condición de poder acceder a la base de datos del laboratorio antidopaje de Moscú.

 

. Base de datos manipulada

Un año más tarde, un nuevo escándalo: la AMA anuncia que los datos transmitidos por Moscú a sus investigadores han sido falsificados. Vladimir Putin rechaza esas acusaciones.

 

El director general de la RUSADA, Yuri Ganus, acusó públicamente a las autoridades deportivas de haber manipulado los datos para proteger a los tramposos. Tras enfadar al Kremlin, fue apartado del puesto en agosto de 2020.

 

Cuatro meses más tarde, Rusia es excluida por dos años de los Juegos Olímpicos.

 

En Tokio en 2021 y en Pekín en 2022, los deportistas rusos desfilan bajo bandera neutral.

 

. Invasión de Ucrania

El ejército ruso, con el apoyo de Bielorrusia, ataca a Ucrania el 24 de febrero de 2022, cuatro días después del final de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. El impacto es mundial y numerosas federaciones internacionales vetan a rusos y bielorrusos de las competiciones deportivas.

Las tensiones se multiplican con los Juegos Olímpicos de París en el horizonte.

 

En diciembre de 2023, el COI autoriza la participación de rusos y bielorrusos bajo bandera neutral a condición de que no hayan apoyado activamente la invasión de Ucrania y que no tengan ningún lazo con el ejército o las fuerzas de seguridad.

 

“Se ha declarado la guerra al deporte ruso”, sentencia el Comité Olímpico Ruso.

 

. “Racismo y neonazismo”

Privados de sus colores oficiales, los deportistas rusos estarán también excluidos de la ceremonia de apertura de los Juegos de París, el 26 de julio.

 

Moscú acusa al COI de “caer en el racismo y el neonazismo”. Esa declaración “supera todo lo que es aceptable”, le responde la organización con sede en Lausana.

 

En ese clima de máxima tensión, el COI dice días después ser “objetivo de una campaña de desinformación” rusa.

 

Rusia plantea su ambición de organización una competición competidora de los Juegos Olímpicos, los ‘Juegos de la Amistad’. El COI considera ese anuncio “propaganda política”.

 

AFP