“El tiempo perdido hasta los santos lo lloran”. Refrán popular
En estos últimos 25 años Venezuela tuvo acceso a los recursos económicos más elevados de toda su historia y tuvimos la oportunidad de convertirnos en un país desarrollado, en un país del primer mundo. Sin embargo, perdimos esa oportunidad debido a las equivocadas políticas producto de ambiciones desmedidas y delirios de grandeza, que embarcaron al país por un desastroso despeñadero. Tuvimos unos gobernantes incapaces, sin principios ni valores; sin estudios, preparación, ni experiencia; con ideas equivocadas e históricamente fracasadas, que se empeñaron en ejecutar planes absurdos que solo promovieron el despilfarro, la corrupción, el robo y una elevada deuda externa
Todo comenzó en 1999, cuando Hugo Chávez inició el saqueo, la debacle y la destrucción de nuestro país, después que instaló su “proyecto bolivariano”. Un proyecto del saqueo por vía de la corrupción, del peculado, de la destrucción de la industria y de la propiedad privada. Con la sentencia de “exprópiese” se robó negocios, industrias, bancos, hoteles, edificios y centros comerciales; destruyendo inversiones privadas y miles de empleos y fuentes de trabajo. Ni antes Chávez ni ahora Maduro, han tenido al país como prioridad porque su objetivo ha sido el saqueo y permanecer como sea en el poder. Después de la destrucción de la industria petrolera y petroquímica y para obtener recursos, este régimen ha promocionado operaciones ilícitas e ilegales, como la extracción de oro y otros minerales, el contrabando de combustible y el narcotráfico. Según un informe de Transparencia Venezuela, las actividades ilegales asistidas por el régimen representan el 21% del PIB.
Pero no solo hemos perdido 25 años, es más que eso, hemos retrocedido 25 años porque el país ha retrocedido a siglos anteriores. El régimen ha destruido las instituciones, hemos retrocedido económicamente, el aparato productivo se ha reducido, la industria petrolera está quebrada, el sector privado se ha minimizado, nuestra infraestructura está colapsada y nuestro capital social profesional ha emigrado. Ya son más de 8 millones los venezolanos que han huido buscando una mejor calidad de vida.
Pero no podemos continuar por esta vía, ni con este régimen. Por eso, es necesario un cambio de gobierno que nos lleve a solucionar nuestros principales problemas: Pobreza, inseguridad, falta de servicios públicos, desempleos, mala educación, deficientes servicios de salud e inflación. Y este 28 de julio, Dios nos está dando la oportunidad de cambiar y superar todos los problemas heredados de esta maldición chavista. El país se ha unificado alrededor de la candidatura unitaria de Edmundo González y de nuestra líder María Corina Machado, quienes tienen la voluntad de llevarnos al primer mundo, con su capacidad y el Plan de Gobierno “Venezuela Tierra de Gracia”, una propuesta para la prosperidad, para lograr el desarrollo y el crecimiento con el trabajo honrado de todos. Tendremos: Un gobierno decente con gente honesta, digna, correcta, con principios y valores. Un gobierno competente, de los mejores y con la gente más capacitada. Un gobierno inclusivo, que no establezca diferencia entre los colores de unas franelas o de unos partidos. Un gobierno que comenzará la reconstrucción del país desde el primer día. Un gobierno descentralizado, institucionalista, donde impere el orden y la ley. Un gobierno que reintegre a Venezuela en la comunidad internacional junto a países democráticos y liberales. Necesitamos más mercado y menos estado; y cambiar a Venezuela de una sociedad de dádivas y misiones a una sociedad autosuficiente. Una nación solo puede prosperar con personas libres, con libertad económica y propiedad privada.
Después de triunfar en las elecciones presidenciales de este 28 de julio, con Edmundo González y María Corina Machado, Venezuela volverá a ser el país de las oportunidades.
*Abogado
Miembro de Vente Venezuela
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