La gran electora y movilizadora es María Corina. El fenómeno ciudadano quedó evidenciado en las primarias: el punto de ignición. Se convirtió en un acto de rebeldía continuado. Los diferentes obstáculos se han venido superando. Lo que sucede con la líder es un fenómeno telúrico. Se ha producido un terremoto social, cocinado y macerado en la fibra ciudadana, vinculando y entrelazando el mal vivir, lacerante de su dignidad, con el principal anhelo: reencuentro de la familia. Emerge la imagen de una fuerza ciudadana de carácter resiliente. Lo que está a la vista no requiere lentes: es fiel reflejo de lo que sucede en todos los sectores. Los perversos han sido derrotados en las calles y en las almas, y en horabuena con votos que se cuenten.
La mayoría viene avasallando, se acorta el tiempo y la corporación criminal siente pavor ante la estampida de leones ciudadanos dirigidos hacia un evento definitorio. Se crece un David convencido de su enfrentamiento en contra Goliat, aunque sin el poder de la fuerza bruta de éste, es físicamente más grande y voluminoso que su oponente.
No puede dejarse de lado a la consabida “opolaboración” funcional al régimen, que conforma un entramado intrincado y nutrido de intereses particulares, junto con algunos empresarios, académicos y periodistas que apuestan a la normalización. Valga la advertencia que un 41% del citado 80% del padrón se irían del país si no se logra un giro de 180 grados en la elección del 28 de julio y semanas subsiguientes.
La alternativa de la dictadura es propiciar el caos, porque saben que no serán legitimados en elecciones limpias. Su promesa fallida es reparar lo que ellos mismos han destruido. El autor del caos hace campaña contra el caos.
Contrario al orden legal ha sido calificada la repudiable actuación del comando estratégico operacional, que con cada actuación afecta la vida ciudadana y la soberanía. Genera información de Estado cada vez que habla. No tiene apego a la verdad y despliega actividades a favor de una parcialidad política. Se trata de una situación vergonzosa y delicada, el haber enviado un video alterado de la líder, falseando imágenes: una falta grave al honor militar y a los venezolanos.
El desafío democrático es relanzar e integrar a un país que está destruido. Volver armar, con instituciones, lo que está desarmado. Manos a la obra.
¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos, los comandos de Vente, Rocío San Miguel, Dignora Hernández, Henry Alviarez, Carlos Julio Rojas y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!