Golpe de efecto de cara a las elecciones presidenciales del 28 de julio. Nicolás Maduro ha aprovechado su programa de televisión Con Maduro+ para anunciar que desde el miércoles retomará el diálogo público con Estados Unidos y con Qatar como país mediador: “He recibido la propuesta por dos meses continuos del gobierno de Estados Unidos para restablecer las relaciones y el diálogo. Luego de pensarlo, he aceptado y el próximo miércoles se reinician las negociaciones con el gobierno de EEUU para que cumpla con los acuerdos firmados en Qatar y para restablecer los términos de diálogo con respeto”.
Por El Mundo
El “presidente pueblo” aseguró que “no nos vamos a ver escondidos”, aunque en círculos diplomáticos trascendió durante los últimos meses la trascendental intervención de los gobiernos aliados del chavismo, en especial Brasil y Colombia, y de Washington a la hora de que el chavismo permitiera a regañadientes la inclusión de la candidatura del opositor Edmundo González Urrutia. Maduro asegura ahora que está dispuesto a superar “este conflicto brutal y estéril”.
De hecho, los acuerdos secretos alcanzados en Doha entre ambos partes emergieron como un sostén trascendental para los Acuerdos de Barbados entre gobierno y oposición, que contó con el gobierno de Noruega como principal garante.
“Nosotros hemos hecho nosecuántas reuniones secretas, pero entonces nosotros respetamos y ellos no. Ellos tratan de favorecerse y sacan versiones que no son verdad”, añadió Maduro, que enviará de nuevo al estado árabe a su hombre de confianza, Jorge Rodríguez, al frente de la delegación chavista.
La realidad es que la revolución bolivariana ha incumplido una y otra vez lo firmado en Barbados, desde la inhabilitación de la líder opositora, María Corina Machado, hasta la persecución y encarcelamiento de 40 colaboradores muy cercanos a la ganadora de las primarias opositoras, dirigentes de otros partidos opositores, activistas y periodistas. El chavismo también ha bloqueado el voto en el exterior, en torno a 5 millones de votantes, y otros cientos de miles de jóvenes en el interior de Venezuela.
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