El único éxito que es capaz de mostrar la revolución bolivariana es el enorme crecimiento de las bandas criminales, es que quien en el continente no conoce al Tren de Aragua, organización nacida en el centro de Venezuela y que se ha extendido como toda una exitosa franquicia por todo el continente, dejando muertos a su paso por cierto.
Por Dossier
Mitosis criminal en el occidente
En el occidente de Venezuela han proliferado las organizaciones criminales desde hace décadas, pero en los años del socialismo de Chávez y Maduro, ha sido exponencial su evolución y desarrollo. A principios de los 80 la organización de Los Melean, liderada por Antonio Melean, fue una de las más poderosas, con la muerte de la cabeza de la familia, esa banda experimentó una especie de mitosis, y de ella nacieron otras más que con el tiempo se fortalecieron. Pero cómo nace una banda, muchas se diferencian en su fundación, pero al final, el proceso es similar, reclutamiento de personal nuevo, adolescentes menores de edad que están en la calle.
En otros casos, el personal ya viene entrenado, personas recién salidas de la cárcel, ya sea evadidas o bajo beneficios procesales, mano de obra criminal capacitada, por llamarla de alguna manera, que pasa a engrandecer una banda dándole más fortaleza.
Pero sin importar la forma, el tipo de personaje que se busca integre la banda es el mismo, niños y adolescentes del barrio, con pocas oportunidades de educación y beneficios, sin alternativas para crecer y hacerse ciudadanos, algunos los denominan como los Cocos Secos, son esos niños nacidos en la revolución que hoy acumulan 25 años, y que hoy forman parte de estos grupos criminales. Muchos de esos adolescentes vienen de familias disfuncionales y de escasos recursos económicos quienes se forman con odio y resentimiento, esos personajes manejados por los líderes, pueden convertirse en asesinos y delincuentes de ¨calidad¨.
Hay casos de personas que simplemente huyen de las bandas grandes y se integran a otras más pequeñas, ya sea por rencillas o discrepancias con el líder.
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