Su vida se le escurrió de entre las manos. Fue una vida muy corta y signada por la mala fortuna. Y terminó justo cuando parecía que la mala había pasado finalmente, y el futuro auguraba esperanza.
Por Clarín
Leonard Cure, de él hablamos, llevó una vida con altibajos y algunas rencillas con la Ley hasta que un día, cuando transitaba sus 33 años de edad, empezó una pesadilla que lo iba a atormentar por casi 17 años.
Pero cuando el tormento pasó y el hombre volvió a sonreír, la fatalidad le pegaría de nuevo, y esta vez ya sin posibilidad de revertirla. La vida, definitivamente, no tiene sentido de la ironía.
Para empezar la historia hay que retrotraerse hasta el año 2003, cuando Cure, que era de Florida, Estados Unidos, fue arrestado por el robo a una farmacia.
Durante el juicio al hombre, un jurado lo encontró culpable y fue condenado a cadena perpetua debido a los antecedentes que arrastraba, que incluían condenas previas por robo y otros delitos.
Sin embargo, Cure siempre declaró que era inocente y que todo era un error. Nadie lo escuchó y los años se fueron acumulando mientras el hombre se consumía entre las rejas.
Salida de prisión y una jugosa indemnización
Recién en 2020, el hombre finalmente fue escuchado por una organización sin fines de lucro que se “dedicada a ayudar a prisioneros inocentes en Florida a recuperar su libertad” llamado Proyecto Inocencia de Florida, que investigó las pruebas que habían juntado contra Cure hace 16 años y confirmó que tenía razón: era inocente.
La evidencia absolutoria fue presentada a la unidad de revisión de condenas de la oficina del fiscal estatal que estudió el caso y confirmó lo que había descubierto el grupo.
Puntualmente, la oficina del fiscal declaró que se encontraron revelaciones “preocupantes” de que Cure tenía coartadas sólidas que previamente fueron ignoradas, y que ninguna evidencia física o testigos sólidos lo ubicaron en la escena.
Cure fue puesto en libertad en abril después de que se modificara su sentencia. Y en diciembre de 2020, un juez anuló su condena y sentencia.
“Estoy deseando dejar atrás esta situación y seguir adelante con mi vida”, dijo un exultante Cure al South Florida Sun Sentinel en ese momento.
Y en junio, Cure recibió 817.000 dólares en compensación por su condena y encarcelamiento, junto con beneficios educativos.
El violento final
Sin embargo, Cure apenas pudo disfrutar de su nueva oportunidad en la vida. Apenas tres años después, fue asesinado a tiros por nada menos que la policía de Georgia.
Según informó la policía, Cure, que entonces tenía 53 años,recibió varios disparos después de que un ayudante del sheriff detuviera su auto en el condado de Camden, en el sureste de Georgia.
Lea más en Clarín