El explosivo amor entre Frank Sinatra y Ava Gardner: buen sexo, infidelidades, intentos de suicidio y platos rotos

El explosivo amor entre Frank Sinatra y Ava Gardner: buen sexo, infidelidades, intentos de suicidio y platos rotos

Frank Sinatra y Ava Gardner, una de las más apasionadas historias de amor de Hollywood AFP

 

Y un día de julio de 1957, hace ya sesenta y siete años, la justicia les dijo ya está bien, están divorciados, no sigan así porque se van a matar. No lo hizo con esas exactas palabras, recurrió en cambio a la explícita sencillez y concedió el divorcio a Frank Sinatra y a Ava Gardner, dos volcanes tumultuosos, incendiarios, protagonistas de una historia de amor pasión, desenfreno y peligro que había durado menos de una década.

Por Infobae





Se conocieron en 1949, se casaron en 1951, se separaron en 1953 y se divorciaron en 1957. Y siguieron unidos de alguna manera hasta la muerte. En el medio, protagonizaron una historia que reunió en una sola a todas las parejas felices y desdichadas de la historia: fueron Romeo y Julieta en el amor incandescente de la juventud, Tristán e Isolda en el que me importa de las normas morales de la época, Otelo y Desdémona en la locura ciega de los celos enfermizos, aunque si había algo que sobraba entre ellos eran motivos para recelar.

Cuando se conocieron, Frank ya era Frank Sinatra. Y Ava empezaba a ser Ava Gardner. Él había nacido en 1915 en Hoboken, New Jersey, un barrio difícil poblado de inmigrantes italianos y policías irlandeses. Su infancia fue típica: poca escuela, mucha esquina y pandilla, mucha pelea diaria que Frank fomentaba y aguantaba con un cuerpo espigado que crecía moreno y fibroso. Siempre supo que quería cantar. Casi lo echan de casa por eso. Aprendió rápido los códigos de la calle y los de la mafia, que siempre sobrevoló su vida. Sinatra lo negó siempre porque tenía metido en la piel el lema que rigió su vida, un lema de la mafia: “Que sea, pero que parezca que no es”.

Siempre negó su sangre siciliana, pero en 1987, cuando cantó por fin por primera vez en Sicilia, admitió que su familia era de Catania, al este de la isla. No era verdad. El historiador Anthony Summers rastreó los orígenes de los Sinatra y descubrió que el abuelo de Frank, que se llamaba Francesco, había nacido en Lercara Friddi, el pueblo que más mafiosos dio al mundo, a treinta kilómetros de Corleone, no sé si les suena el nombre. Allí nació también Salvatore Lucania, que pasaría a la fama como Lucky Luciano, un mafioso que se ganó la gloria al facilitar la invasión aliada a Sicilia en 1943. Los Sinatra y los Lucania se conocían y vivían en la misma calle del pueblo, la calle Margherita di Savoia. Que sea, pero que no parezca.

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