Al menos 300 familias en Guaca de Rivera en el municipio fronterizo José Antonio Páez en el estado Apure afectadas por inundaciones durante fin de semana exigen a las autoridades regionales y municipales la construcción de un muro de contención y la canalización del río Uribante para evitar la entrada de agua a este sector.
María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com
Hasta el momento se mantiene suspendido el servicio eléctrico y de agua en esta zona afectada por las inundaciones. Los sembradíos en la zona y la producción de queso y carne también han sufrido los embates del desbordamiento del río.
María Nubia Roa, vecina de Guaca de Rivera desde hace 32 años, ante tal contingencia se ha visto obligada junto a su familia a desocupar su casa porque el agua no ha bajado. “Muchas familias han perdido todo. Toda la comunidad se ha visto afectada de una manera u otra. El sábado a las 6:00 de la mañana, el agua del río llegó a la carretera y a las 9:00 de la noche ya estaba inundada toda la comunidad”, apuntó Roa.
Sugiere canalizar el río, sustraer arena de este y llevarla a la carretera para construir el muro de contención desde el Puente de Guaca de Riveras hasta la parte baja de la finca Los Arias.
Los vecinos esperan que cesen las lluvias en las cabeceras de los ríos para que se mantenga el nivel de los ríos y evitar inundaciones en esta zona del Alto Apure, tal como ha ocurrido desde hace 12 años.
Existe, además, preocupación en la población ante la presencia de serpientes que ponen en peligro la vida y la salud de los vecinos, quienes se desplazan caminando para poder resguardar sus bienes luego de esta arremetida de la naturaleza.
El pasado sábado aproximadamente a las 4:00 de la tarde se presentó al lugar una comisión del Cuerpo de Bomberos en Guasdualito, que al ser consultada por los vecinos aseguró que carecen del suero antiofídico para las mordeduras de serpientes. “Hay muchos niños y personas mayores que están en peligro ante esta emergencia”, argumentó la fuente consultada.
Los sectores Banco Largo, Caño Guayabal, El Taladro y El Cerezo también se han visto afectados por el desbordamiento del río Sarare ante las torrenciales lluvias reportadas durante el mes de julio, situación que mantiene en alerta a la población.
