Gerardo Lucas: Pérdida del valor interno y externo de la moneda

Gerardo Lucas: Pérdida del valor interno y externo de la moneda

La inyección de divisas a la economía, por parte del Banco Central, se ha convertido en una práctica cotidiana en Venezuela. Consideramos que este tema lo deben conocer en profundidad nuestros ciudadanos para poder entender el funcionamiento de los procesos que conducen a la perdida interna y externa del valor de nuestra moneda, el bolívar.

En primer lugar, existen varios mecanismos mediante los cuales ingresan divisas a la economía privada nacional. Uno de ellos son las exportaciones no tradicionales de las empresas privadas; otro las remesas del exterior; otro medio, menos convencional, el tráfico de estupefacientes y, por último, la venta de divisas del sector público al privado a través del BCV, llamado por este política de “ancla cambiaria”.

En 2023 las exportaciones no tradicionales del sector privado, según las Asociación Venezolana de Exportadores, fueron la exportación de productos del mar, cacao, chocolate, rones, plásticos, partes automotrices y otros, por un valor estimado de 900 millones de dólares. Las remesas internacionales en 2023 significaron, de acuerdo con las estimaciones Banco Interamericano de Desarrollo (BID), unos 2.500 millones de dólares, y pongamos el estimado de otras fuentes en 600 millones de dolares, lo que sumaría un total anual de 4.000 millones de dólares, que representaría una inyección mensual de 330 millones de dólares.





En ese mismo año, el BCV vendió a la banca 4.749 millones de dólares, un promedio de 396 millones de dólares mensuales. Este promedio es semejante al aporte internacional de divisas al sector privado, es decir, se mantiene la proporción como 1 a 1. Siguiendo este comportamiento, podemos decir que entre enero a junio del 2024 el BCV ha inyectado 2.093 millones de dólares, un promedio mensual de 348 millones de dólares, monto semejante al año anterior.

La política monetaria del BCV tiene un triple propósito. Por una parte, mantener en nivel razonable de divisas como dinero circulante; segundo, defender el valor externo de la moneda (el bolívar), en otras palabras, que no se devalúe y tercero, defender el valor interno de la moneda, lo que significa que no pierda valor por la inflación.

Sobre la defensa del valor externo de la moneda, encontramos que desde julio de 2023 el dólar se cotizó en 31,58 bolívares por dólar y se ha mantenido alrededor de la cifra anterior hasta abril 2024, cuando alcanza 39,24 bolívares por dólar, una pérdida de 7,66 bolívares en nueve meses y una tasa de devaluación anualizada del 32,33%, un tercio de su valor.

Con respecto a su valor interno, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, durante el 2023 la inflación fue del 193%, lo que significa que nuestra moneda tuvo una devaluación interna del 48,2%. Hasta abril de 2024, la inflación acumulada era del 87%, y anualizada seria 348%, que representa una pérdida de 61,3% del valor de la moneda. Tendencia que se agrava en relación al año anterior.

Resumiendo, el nivel de inyección de divisas actual es insuficiente para pagar por las importaciones de bienes y servicios del sector privado, de forma que termina impulsando al alza de los precios y a la devaluación de la moneda. La entrada de divisas, debemos aclarar, no es el único factor que incide sobre este problema, pero, si es determinante.

El gobierno se ve actualmente en la necesidad de inyectar un monto creciente de divisas en la economía privada para tener éxito en el combate contra la depreciación interna y externa de la moneda.

Gerardo Lucas. Economista-Historiador/ gerardolucas.wordpress.com