A diez días de cumplirse 30 años del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en el que murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas, un informe exclusivo de Infobae arroja nueva luz sobre los dos ataques que sacudieron a la Argentina en la década del 90. Además del atentado contra la AMIA, dos años antes, el 17 de marzo de 1992, el país vivió otro dramático atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires. 29 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas. El dato excepcional que ahora Infobae puede revelar es que parte de esa red que – según un informe del servicio de inteligencia israelí Mossad ayudó en la financiación y logística del atentado contra la Embajada – no sólo siguió presente en Brasil aún después de las dos masacres, sino que algunos de sus integrantes se radicaron allí en forma permanente o tienen empresas aún en funcionamiento.
Por infobae.com
El informe del Mossad titulado “Irán-Líbano/Hezbollah/ESO/Yihad Islamica – Atentado a la Embajada de Israel-Informe final” había sido publicado en exclusiva por Infobae en 2022 junto con otro, también del Mossad, sobre la AMIA. El servicio de inteligencia israelí había señalado como responsables de ambos atentados “al régimen iraní y a Hezbollah a través de su organización Yihad Islámica”. Se trata de la ESO -Organización de Seguridad Exterior- también conocida como Yihad Islámica o Aparato de la Yihad Islámica o Unidad 910 cuya tarea es “establecer infraestructuras logísticas y operativas para llevar a cabo atentados fuera del Líbano a escala mundial”. La Yihad Islámica fue creada a mediados de la década de 1980 por Imad Mugniyah, uno de los fundadores de Hezbollah, y Talal Hamiyah, uno de los principales comandantes del grupo terrorista, con el apoyo de Irán, en particular de su Ministerio de Inteligencia y de las Fuerzas Quds, es decir, la división de inteligencia militar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) designado por Estados Unidos como grupo terrorista. Dividida en departamentos, la Yihad Islámica tiene uno específico dedicado a América Latina, que al día siguiente del atentado contra la AMIA también hizo estallar, con un terrorista suicida a bordo, según las investigaciones, el avión de la compañía Alas Chiricanas que volaba de Colón a Ciudad de Panamá, matando a 21 personas, entre ellas 12 judíos. Sólo un cadáver no fue reclamado por los familiares, el de un hombre llamado Jamal Lya, que se cree fue el posible terrorista.
El informe del Mossad sobre el atentado contra la embajada de Buenos Aires en 1992 destacaba las dos fases principales del modus operandi de los terroristas. La decisión de atentar en Argentina se había tomado en 1988 y fue planeada en febrero de 1992. La primera fase consistió en la “creación de una infraestructura (alquiler del almacén, compra de material explosivo, recopilación de información sobre el país, sus fronteras, compra del vehículo)”. En la segunda fase se colocó en marcha una célula operativa compuesta por cuatro o cinco miembros llegados del Líbano. Sin embargo, el informe también destacó la presencia en territorio brasileño de algunos miembros libaneses de la Yihad Islámica que, al menos un año antes de los atentados, habían comenzado a montar una red logística. Según información exclusiva de Infobae, algunos de ellos aún viven en Brasil o tienen empresas activas.
El primero es Hussein Ali Gharib, “miembro de la Yihad Islámica” según el informe del Mossad. Treinta y dos años después del atentado contra la embajada israelí, el hombre sigue viviendo en Brasil donde, en el centro de Sao Pablo, tiene un pequeño negocio de venta de asistencia técnica y accesorios para teléfonos móviles, que abrió en 2002 y sigue activo. Viaja con frecuencia al Líbano. Según el informe del Mossad, Gharib fue detenido el 19 de julio de 1993 en el aeropuerto de Beirut por llevar 120.000 dólares falsos cuando se disponía a embarcar hacia Brasil. Junto a él, también fue detenido otro miembro de la Yihad Islámica, Ghaleb Hassan Hamdar, cuyo hijo, Mohammad Ghaleb Hamdar, fue preso en Perú en 2014, acusado de planear un atentado terrorista de Hezbollah en el país sudamericano, y absuelto el abril del año pasado.
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