El expresidente Donald Trump se regocijó el martes del creciente caos que rodea a la campaña del mandatario Joe Biden tras su mala actuación en el último debate entre ambos, que despertó nerviosismo dentro del Partido Demócrata y peticiones para retirarse de la carrera por la Casa Blanca, y desafió al presidente a un nuevo debate, esta vez sin moderadores.
Por La Nación
“Nuestra victoria fue tan contundente que el propio partido de Joe ahora quiere tirar la toalla y entregar la presidencia después de una sola actuación de 90 minutos”, declaró Trump la noche del martes. “Quieren que el deshonesto Joe deje la contienda. Es una pena la manera en que lo están tratando. Pero que no les dé lástima. Es un tipo muy malo”.
Después de varios días fuera de la luz pública, en los que jugó al golf mientras permitía que las disputas internas entre los demócratas acapararan los reflectores, Trump aprovechó su regreso a la campaña en Florida para intensificar sus ataques sobre Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, alimentando las especulaciones de que pueda reemplazar al mandatario como la candidata demócrata este mismo año y asegurando, sin presentar evidencia, que su hijo Hunter Biden “lleva las riendas de nuestro gobierno” y la primera dama Jill Biden “lo está ayudando”.
El exmandatario republicano criticó con dureza a los demócratas, a los que acusó de mentir para proteger al presidente. “Este es el mayor encubrimiento de la historia política”, tronó Trump casi al comienzo de su discurso de 75 minutos en su club de golf de Doral, cerca de Miami.
“Como saben, todos ellos son coconspiradores en el siniestro complot para engañar al público estadounidense sobre las capacidades cognitivas del hombre que ocupa el Despacho Oval”, lanzó.
Trump arremetió contra Harris con más críticas que de costumbre. La vicepresidenta ahora se ha convertido en un blanco de Trump y sus aliados a medida que aumenta la especulación de que podría remplazar a Biden como candidata demócrata.
“A pesar de todo el pánico demócrata de esta semana, la verdad es que no importa a quién nominen porque vamos a vencer a cualquiera de ellos de forma abrumadora y este noviembre será increíble”, señaló.
Analistas políticos señalaron antes de este mitin que Trump, de 78 años, se había mostrado bastante comedido en los últimos días, alejándose de los focos para permitir que toda la atención mediática se centrara en la crisis de liderazgo demócrata.
Propuesta
Pero ante los cientos de seguidores que acudieron a verlo, Trump prescindió de la moderación y tachó a Biden de líder “corrupto, incompetente y con problemas cognitivos”.
Durante gran parte del mitin, repitió su discurso habitual, que también mantuvo durante el debate, caracterizando a Estados Unidos como un país al borde de la catástrofe.
El expresidente propuso a su sucesor hacer un debate sin moderadores y, en un momento más desenfadado, lo retó a un partido de golf en Doral, provocando la risa de los numerosos asistentes, que aguantaron durante horas un calor infernal para verlo.
“Si gana, le daré a la organización benéfica que elija, la que quiera, un millón de dólares. Y apuesto a que no acepta la oferta”, prometió Trump, quien había discutido con Biden en su debate del 27 de junio sobre quién jugaba mejor al golf.
Además, Trump hizo insinuaciones sobre el esperado anuncio de su compañero de fórmula por el Partido Republicano, ante la presencia de uno de los máximos aspirantes, el senador por Florida Marco Rubio.
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