La Administración de Secreto Bancario (BSA, por sus siglas en inglés) fue implementada durante la administración de Nixon para combatir el fraude financiero a nivel bancario.
Por El Diario NY
Esta ley obliga a las instituciones financieras a reportar cualquier depósito o retiro que exceda los $10,000 dólares.
Imagina que has estado ahorrando para comprar un auto y decides retirar $12,000 de tu cuenta de ahorros.
Aunque el retiro puede parecer una transacción simple, el hecho de que supere los $10,000 automáticamente genera una alerta en el banco debido a la BSA.
El valor de $10,000 en 1970, cuando se implementó la ley, equivalía a $81,365 dólares en la actualidad, según el Calculador de Inflación del CPI de la Oficina de Estadísticas Laborales.
A pesar de la disminución del poder adquisitivo de $10,000, el umbral no ha cambiado, lo que resulta en un mayor número de Reportes de Transacciones en Efectivo (CTR, por sus siglas en inglés) y Reportes de Actividad Sospechosa (SAR) enviados al IRS.
Cumplimiento de la ley por parte de los bancos
Los bancos deben cumplir con la BSA para evitar sanciones, pero en la mayoría de los casos, estos reportes no tienen consecuencias para los usuarios que realizan transacciones legales.
Sin embargo, es prudente documentar el origen y uso del dinero para estar preparados ante cualquier posible consulta.
La BSA está diseñada para proteger contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, similar a otras medidas de seguridad como la revisión de zapatos en aeropuertos.
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