Cerca de 100 inmigrantes rebeldes se vieron obligados a desmantelar una mini ciudad de tiendas de campaña instalada ilegalmente en las afueras del refugio de Randall’s Island el viernes, después de que la policía y los trabajadores de la ciudad tomaron medidas enérgicas contra el destartalado campamento.
Por New York Post
A los campistas migrantes se les ordenó desmontar las tiendas de campaña y empacar sus pertenencias después de que los oficiales de la policía de Nueva York y de la Patrulla de Parques de la ciudad llegaron al sitio improvisado a media tarde para expulsarlos del área.
“Vivían aquí. Su tiempo se acabó”, dijo a The Post un empleado municipal que supervisaba la represión. “No pueden quedarse aquí. No podemos permitir eso”.
A primera hora de la tarde se pudo ver a varios migrantes armando tiendas de campaña, retirando ropa de los árboles cercanos y apilando ollas, sartenes y utensilios de cocina en carritos de compras.
Más tarde se vio a trabajadores municipales recogiendo montones de basura que habían quedado atrás, incluidos grandes colchones, scooters, sillas plegables y una mesa de madera, así como contenedores de comida, botellas de licor y latas de Bud Light vacías.
Durante la redada también se confiscaron más de una docena de carritos de compra, en su mayoría del cercano Costco.
Sin embargo, un hombre descarado salió corriendo con su carro y logró llevárselo.
Al menos una tienda de campaña volvió a instalarse apenas unas horas después de que comenzara la operación, observó The Post.
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