El ambiente en el Hard Rock Stadium era un hervidero. Con las tribunas colmadas y el clima de fiesta copero, Argentina y Colombia salieron a disputar un intenso partido, digno de una gran final de Copa América.
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Pese a los contratiempos extradeportivos por los ingresos demorados que obligaron a retrasar el inicio, una vez comenzado el cotejo ambos equipos dejaron todo en la cancha.
Argentina avisó a los segundos con Julián Álvarez, aunque sería Colombia quien tuvo la más clara con un disparo en el poste.
Con el correr de los minutos, la Albiceleste fue haciéndose dueña de la posesión de la pelota. Sin embargo, la Tricolor no se achicó y buscó lastimar a través del contragolpe.
Un zapatazo de Lerma exigió lo mejor de Emiliano Martínez.
El “adiós” del 10
Sobre el cierre del primer tiempo, un duro choque con Santiago Arias puso en alerta a los argentinos por la salud de Leo Messi. Y en el 65′, las alarmas se confirmaron: el capitán debió dejar la cancha llorando, lesionado.
En el banco, el 10 rompió en llanto tras quitarse los botines.
Su ausencia dejaba un gran signo de interrogación sobre la definición del partido.
Al término de los 90′, la definición del título pasaba a tiempo extra con el público al borde del paro cardíaco.
Por el bando colombiano, James Rodríguez fue sustituído previo al inicio del tiempo extra. En su lugar ingresó Juan Fernando Quintero.
En la prórroga, la figura de Lautaro Martínez, recién ingresado a la cancha, emergió para darle el título a los dirigidos por Lionel Scaloni.
En el 112′, el “Toro” recibió un pase magistral de Giovani Lo Celso y con un remate potente le rompió el arco al equipo tricolor.
Con este triunfo heroico, la albiceleste volvió a consagrarse como dominadora absoluta de América.