Las disidentes cubanas Damas de Blanco denunciaron este lunes nuevas detenciones temporales y el hostigamiento contra algunas de sus integrantes en la isla.
De acuerdo con el movimiento disidente, los incidentes ocurrieron el domingo en las provincias occidentales de La Habana y Matanzas. Se trata del domingo represivo número 93 desde que el colectivo reanudó sus protestas semanales en 2022.
La líder del colectivo, Berta Soler, denunció en redes sociales el arresto de ocho mujeres del grupo en Matanzas, cuando iban a salir a la misa en las localidades de Colón, Perico y Cárdenas, en Matanzas.
También señaló que tanto ella como su esposo -el ex preso político y activista Ángel Moya- fueron detenidos a la salida de la sede de las Damas de Blanco, en la barriada habanera de Lawton. Ambos fueron liberados en la mañana de este lunes.
Soler, que ha sido detenida junto a Moya casi todos los domingos desde 2022, aseguró en una reciente entrevista con EFE que siente que últimamente “la represión se ha recrudecido”.
En particular contra su grupo -actualmente integrado por unas 40 mujeres en cuatro provincias- y dijo que “el Gobierno continúa con la represalia y el hostigamiento”.
Las Damas de Blanco fue creado por mujeres familiares de los 75 disidentes y periodistas independientes detenidos y sancionados en marzo de 2003 a elevadas condenas de cárcel tras una ola de represión del Gobierno cubano conocida como la “Primavera Negra”.
Las esposas, madres y otras familiares de aquellos presos comenzaron una serie de marchas dominicales para pedir su liberación y se convirtieron en un símbolo de disidencia.
En 2005, Las Damas de Blanco recibieron el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo. La Unión Europea y ONG como Human Rights Watch y Amnistía Internacional criticaron aquella oleada de arrestos, calificándolos de políticos.
Las autoridades cubanas, por su parte, alegaron que se trataba de contrarrevolucionarios que trataban de atentar contra la soberanía nacional por órdenes de Estados Unidos.
EFE