La extensión del metro hasta el aeropuerto de Orly, la construcción de 30 kilómetros de carriles-bici y la renovación de la flota de vagones de metro integran el plan de transporte ideado para recibir hasta 60.000 pasajeros a la hora durante los Juegos Olímpicos de París.
La capital francesa pondrá a prueba su tupida red de transportes, una de las más completas del mundo, pero también de las más vetustas, ante la avalancha de 15 millones de visitantes (nacionales y extranjeros) previstos entre el 26 de julio y el 8 de septiembre, cuando concluyen los Juegos Paralímpicos.
París intentará evitar a toda costa la falta de puntualidad y las frecuentes averías registradas en los últimos dos años en buena parte de sus 16 líneas de metro, 354 de autobús y cinco de tren de cercanías.
Además, la entidad que gestiona el transporte regional, también ha tenido que salir del paso del polémico aumento de los billetes.
Aunque en un primer momento las autoridades habían prometido su gratuidad, la región parisina, Isla de Francia, elevó en torno al 100 % varias de las tarifas en vigor.
La presidenta regional, Valérie Pécresse, ha justificado la subida por la necesidad de financiar 200 millones de euros invertidos en el aumento de la oferta de transporte (un 15 % mayor a la habitual en verano), coste en el que no se computan las grandes ampliaciones del metro y del cercanías.
Con las nuevas tarifas, los billetes individuales de metro y autobús, por ejemplo, pasarán de 2,10 euros a los 4, mientras que la actual tarifa por una semana que incluya todos los transportes aumenta desde los 30 euros hasta los 70.
“Los 70 euros por una semana es una tarifa bastante barata. Recuerdo que incluye el acceso a los aeropuertos (Orly y Roissy, hoy con tarifas superiores a los 11 euros por trayecto), así que digamos que ese abono está amortizado desde el momento que se adquiere y que se llega a un aeropuerto”, se ha defendido Pécresse.
Isla de Francia ha recomendado a los turistas evitar la compra de los onerosos billetes individuales, en beneficio de la adquisición de abonos diarios ofrecidos desde los 16 euros (incluyendo todos los tipos de transportes y todas las zonas).
Las autoridades calculan que unos dos millones de visitantes extranjeros se desplazarán a los 25 lugares de competición (13 en París y 12 en las afueras).
Aplicación de móvil para orientarse
El organismo que gestiona los transporte de París y su periferia, ha puesto en marcha una aplicación móvil para recomendar a los espectadores los mejores itinerarios, sabiendo que en algunos puntos de Saint-Denis -cerca del estadio olímpico y el centro acuático- se espera un impresionante flujo de hasta 60.000 personas en solo una hora (6.000 cada segundo).
Para gestionar esa avalancha habrá 5.000 agentes dedicados a informar a los pasajeros. Y para garantizar la seguridad, se desplegarán 8.000 agentes, 50 equipos con perros especialistas en la detección de explosivos y 101.000 cámaras de vídeovigilancia.
Con vistas a los Juegos, varias líneas de metro han renovado sus vagones -algunos de ellos databan de finales de los años 50- como la 8 (una de las más extensas y que atraviesa el corazón de París), la 11 y la 14, estas dos últimas ampliadas hacia el extrarradio.
Una de las líneas estrella será precisamente la 14 -de conducción automática-, que ha añadido 14 kilómetros y ocho estaciones a su recorrido, tanto por el norte como por el sur, para convertirla en la más larga de la red parisina, con 28 kilómetros y 21 estaciones.
Así, los espectadores que lleguen al aeropuerto de Orly, el segundo en importancia en Francia, podrán ir en metro hasta la estación Saint-Denis-Pleyel, cercano al estadio olímpico y el centro acuático y a 10 minutos de la Villa Olímpica.
De acuerdo con las autoridades regionales, 9 de las 16 líneas de metro estarán más llenas de lo habitual, sobre todo las que van al oeste de la capital. La línea 8, que pasa por el mirador de Trocadero a la torre Eiffel, resultará la más saturada.
Como alternativa, los organizadores sugieren los desplazamientos en bicicleta, ya bien implantada en París desde los confinamientos del covid en 2020.
Una nueva extensión de carriles-bici de 30 kilómetros ha permitido poner en marcha una red de 60 kilómetros que conecta los 25 lugares de competición. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de París ha aumentado su parqué de alquiler de bicis en 3.000 unidades, hasta las 20.000.
Carriles olímpicos
Nueve vías de acceso a París disponen de un ‘carril olímpico’ de 185 kilómetros, reservado para transportar a las 200.000 personas acreditadas entre deportistas, periodistas y las delegaciones oficiales.
Habrá, además, diez lanzaderas gratuitas desde las principales estaciones de tren de París a las zonas de competición más alejadas, como las de Versalles (pruebas ecuestres, pentatlón), Saint-Quentin-en-Yvelines (ciclismo en pista), y a otras más próximas, como Roland Garros (tenis, boxeo) o el Parque de los Príncipes (fútbol).
EFE