Los decrépitos, motorizados, emprendedores y la mayoría de la Venezuela que aspira un cambio para superar la oscuridad de este trágico tropezón histórico, votaremos por Edmundo y Maduro con todas sus amenazas de baño de sangre y guerra civil entregará el poder, negociación de por medio, para sobrevivir y pasar a la historia como un autócrata con muchas culpas y sin ninguna gloria.
Es impensable que con la amplia diferencia en intención de voto a favor de Edmundo González, Maduro pueda ni siquiera acercarse en los números con todas las triquiñuelas que están acostumbrados a hacer, son casi tres millones o más de diferencia los que separan a Maduro de Edmundo, cuando se impidió la inscripción de la Dra. Corina Yoris y la oposición tuvo que designar a Edmundo González, se argumentó que sería muy complicado que María Corina le traspasase el 100% de la intención de voto a Edmundo, la realidad hoy, es que María Corina le está aportando a la candidatura del cambio el 150%, porque el desmoronamiento de las bases chavistas maduristas que estaban secuestradas por el chantaje y las amenazas de la bolsa de gorgojos y bonos, abrieron su corazón al mensaje de unión y libertad, desterrando para siempre el odio, la división entre venezolanos y el resentimiento social que tanto daño moral y psicológico ha causado en estos 25 años de revolución fracasada de un autoritarismo que sólo ha dejado muerte, llanto y hambre.
Con ese cuadro en donde la oposición acude a una elección con un favoritismo real, palpable y evidente para todo el mundo dentro y fuera de Venezuela, los planes de Maduro de declararse vencedor son una quimera insostenible, soy de los que confía que la Fuerza Armada cumplirá su deber de ser garante del cumplimiento del Plan República, del orden interno y de cualquier intento de ir a contravía de la Constitución Nacional.
Las amenazas de un estado de caos nacional si Maduro no reconoce su derrota no es posible sencillamente porque no tiene gente que lo respalde y los mercenarios cobran pero no son suicidas, los componentes de la Fuerza Armada no van a defender a una minoría que pretende aferrarse al poder saltándose los resultados y las leyes.
Así estimado lector acuda a votar, defienda su voto, celebre con mesura y cobre sin meter los intereses, porque es tanto lo que nos quedan a deber en estos 25 años, que vamos a dejar que la justicia cuando la recuperemos se encargue como corresponde de estos pájaros de cuenta.