El comité de la Unesco decidió este jueves en su reunión anual mantener en la lista de patrimonio en peligro la catedral de Santa Sofía, en Kiev, y los centros históricos de las ciudades de Leópolis y Odesa, que fueron inscritos en el listado por los riesgos derivados de la invasión rusa de Ucrania.
Esta decisión fue tomada durante la 46ª reunión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que acoge Nueva Delhi hasta el próximo 31 de julio.
Sin una propuesta firme para retirarlos de la lista, las conversaciones versaron sobre el lenguaje empleado en el documento de la Unesco, que condena la “invasión de Ucrania a gran escala por parte de Rusia”, algo que el representante ruso calificó de “inaceptable y ofensivo”.
“Los países occidentales que lo han apoyado no buscan preservar las tradiciones culturales sino puramente resultados políticos”, dijo el delegado ruso.
En su lugar, el representante de Kazajistán y otros cinco países votaron a favor de hablar de una condena a “la guerra en vigor en Ucrania”, pero no obtuvieron los apoyos necesarios en la asamblea.
Los tres bienes ucranianos fueron incluidos en la lista de patrimonio en peligro el año pasado. El primero de ellos fue el centro histórico de la ciudad portuaria de Odesa, el mes de enero, mediante un proceso de emergencia para conferirle un estatus especial de protección frente a la invasión rusa.
La catedral de Santa Sofía y el centro histórico de Leópolis, fueron inscritos durante la última reunión anual del comité que se celebró en septiembre en Riad. La delegación rusa votó a favor de su inclusión en dicho encuentro, aunque al igual que hoy, se distanció del lenguaje empleado.
Preocupación de la Unesco
En los tres casos, la Unesco advierte “su máxima preocupación por las crecientes amenazas potenciales que enfrenta la propiedad en relación con la guerra en curso”, y pide a Rusia que “se abstenga de acciones que causen daño directo o indirecto a las propiedades”.
Al mismo tiempo, reclama a Moscú que cumpla sus obligaciones bajo el derecho internacional y respete el patrimonio cultural en general de Ucrania.
La Unesco afirmó el pasado junio que 152 sitios culturales han sido destruidos parcial o totalmente desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Especialmente los centros históricos de Leópolis y Odesa han sido objetivo de ataques rusos.
La inclusión de estos tres lugares en la lista de peligro les concedió acceso al fondo de la Unesco para su conservación y a asistencia técnica adicional para aplicar nuevas medidas de emergencia en el sitio.
En este sentido, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, afirmó en una sesión previa que la inscripción de bienes en esta lista debe ser visto como un paso hacia la concienciación.
La catedral de Santa Sofía fue el primer lugar de Ucrania en ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad, en 1990, por ser “una obra maestra del genio creativo humano tanto en su concepción arquitectónica como en su notable decoración”.
A ella le siguió el centro histórico de Leópolis en 1998, que según la Unesco conserva “prácticamente intacta” la topografía urbana medieval mezclada con edificios barrocos y posteriores.
Por último, del centro de Odesa destaca los estilos arquitectónicos heterogéneos, como reflejo del paso de muchas culturas.
Además de estos tres lugares amenazados, el país europeo cuenta con otros cinco bienes Patrimonio de la Humanidad: el arco geodésico de Struve, los bosques de hayas antiguos y primigenios de los Cárpatos y otras regiones, la residencia de los metropolitanos de Bucovina y Dalmacia , la antigua ciudad de Quersoneso Táurico y su Chora y las Tserkvas de madera.
EFE