En efecto, este domingo 28 de julio, un total de 21.392.464 venezolanos, mayores de 18 años, están habilitados para sufragar en las 30.096 mesas ubicadas en más de 15.700 centros de votación. En el exterior lo harán apenas 69.000 compatriotas de alrededor de 4,5 millones en condiciones de poder votar. ¡Algo insólito! Esto es producto de la negligencia del CNE, que puso trabas de todo tipo para que pudieran inscribirse en el registro electoral, con lo cual les negó un derecho constitucional. El artículo 63 de la carta magna señala que “El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”.
La realidad es que estamos de cara a un proceso de elección sin los estándares de garantías electorales que hay en los países del mundo libre. Cabe la pregunta para aquellos que pueden exigir más claridad en lo señalado: ¿Podemos considerar democrática la elección presidencial de este 28 de julio en Venezuela? La ONG venezolana Acceso a la Justicia nos ubica en la respuesta a esta interrogante, al destacar: “Para que una elección sea considerada democrática deben concurrir los siguientes requisitos: voto universal, directo y secreto; iguales y transparentes, condiciones, participación política y neutralidad de las instituciones públicas”. En consecuencia, está claro que no será el caso de este domingo 28 de julio y eso lo sabe todo el mundo. Aún así tenemos el irrenunciable deber de votar y de defender cada voto. Valga aquello de que no dejes que otro decida por ti. Con la abstención pierde Venezuela y pierden los venezolanos.
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Ayer se instalaron las mesas electorales y las redes sociales explotaron en denuncias con múltiples irregularidades. La más frecuentes fueron las relativas a la actuación de los efectivos castrenses del Plan República y de los coordinadores de centros electorales afectos al gobierno, quienes impidieron en algunas ciudades y poblaciones del país el ingreso de los testigos de la oposición. También llevó preocupación al mundo la manera como fueron deportados varios representantes del escenario político internacional que se trasladaban al país para seguir in situ las incidencias del proceso de elección presidencial de mañana domingo. Entre los que sufrieron las medidas de expulsión se cuentan los expresidentes Vicente Fox (México), Mireya Moscoso (Panamá) y Tuto Quiroga (Bolivia); la exvicepresidente colombiana Marta Lucía Ramírez, la senadora también de Colombia, Angélica Lozano y la comitiva del Partido Popular de España, que tuvo como máximos representantes a los congresistas Cayetana Álvarez de Toledo y el eurodiputado Esteban González Pons. Igual situación vivieron el senador argentino Francisco Paoltroni y una delegación del senado chileno, liderada por Felipe Kast. Como era de esperarse, estos hechos generaron repudio internacional y un fuerte llamado de atención del gobierno de los Estados Unidos.
A pesar de todo lo anterior, ayer, día de la instalación de las mesas electorales, la auténtica oposición venezolana dió un gran paso. Así lo reveló la testigo principal ante el CNE designada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Delsa Solórzano, quien precisó que las incidencias que se presentaron en la instalación en las mesas de los centros electorales no llegó al 1% del total de mesas y llamó a la ciudadanía a no alarmarse. Solórzano advirtió que “no tenemos observación internacional, eso significa que la observación nacional tiene que ser contundente (…) Al cerrar las votaciones toda Venezuela en sus centros de votación contando papelito por papelito”, dijo en referencia a la verificación ciudadana de los resultados. Por otro lado, a comienzos de la noche voceros del Comando con Venezuela y dirigentes de la PUD precisaron que más del 90% de las mesas fueron instaladas, lo que elimina la posibilidad de que se haga presente el factor desánimo entre los venezolanos. Como puede verse, son muy buenas noticias.
Reiteró para concluir mi llamado a los venezolanos a ejercer su derecho al voto este domingo 28 de julio, día en que nos llegará el momento de decisión que tanto esperábamos… Vamos entonces juntos a escribir una nueva y gloriosa página de nuestra historia por la Venezuela que queremos.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.