Elsa Muro: Un Fraude continuado contra la soberanía popular

Elsa Muro: Un Fraude continuado contra la soberanía popular

Ayer se convirtió en sí mismo, en un hecho histórico con implicaciones y trascendencia para los próximos años, tanto para Venezuela como para el mundo.

Ha sido una muestra de coraje cívico, de cinismo antidemocrático, muestrario de una forma arbitraria y tiránica de actuar en contra de la soberanía popular.





Los resultados del día de ayer han sido un fraude continuado, una estafa armónica y sostenida en el tiempo contra la soberanía popular.

Varios hechos y circunstancias demuestran ese fraude. Veamos:

El uso indiscriminado y antijurídico de las inhabilitaciones de líderes políticos de la disidencia democrática, siendo el más grotesco el de María Corina Machado.

La manipulación de los procedimientos de selección en fraude a la Constitución, las leyes y a la voluntad popular para la elección de los integrantes del poder electoral.

El uso abusivo en contravención a las leyes y reglamentos, que rigen el proceso electoral, a través de la utilización de empleados públicos para participar en actividades proselitistas, el empleo de recursos financieros y materiales de la administración pública destinándolos a la campaña electoral, insultos y degradaciones de los oponentes con lenguaje altisonantes e invitando a la actividad violenta por parte del presidente de la República, que busca legitimarse.

La violencia institucional en contra de la oposición.

Negar el ejercicio de los derechos al candidato opositor, que le corresponde en virtud de la participación de sus representantes en el Consejo Nacional Electoral.

Negación de la participación extranjera calificada e independiente como observadores de los procesos electorales.

Estas acciones, entre muchas más, reflejan el fraude continuado y el sabotaje a la soberanía popular, base esencial de la democracia, legitimación de los poderes públicos a través del voto universal directo y secreto.

Hay que estar atentos a seguir defendiendo la voluntad popular, la democracia y la institucionalidad democrática.

Ayer se consumó un elemento más de ese fraude continuado, y fue la forma grosera de manipular los resultados electorales, evitar la participación ciudadana y el ejercicio del sagrado derecho a votar.

Padrino López, está a tiempo de no perder la oportunidad de convertirse en un héroe cívico, borrando y dejando atrás toda la serie de hechos que demeritan su trayectoria militar, antes de convertirse en el soporte de ignominia y el desvalor de la dignidad institucional de las fuerzas armadas. Estas están actuando de manera antihistórica, contrariando la esencia de lo que fueron los procesos experimentados en Venezuela a partir del 17 de diciembre de 1935, cuando el destino del país lo cambio López Contreras con un golpe de timón, que inició el recorrido histórico hacia la democracia en 1945.

Esta coyuntura electoral es diferente a las otras, hay una mayor intensidad del fraude pues:

El voto mayoritario de la población fue abrumadoramente a favor de Edmundo González.

La participación masiva de la gente ratificó su acompañamiento pacífico y entusiasta a MCM y González en todo el proceso electoral.

La oposición de manera abierta y transparente ganó en todas las zonas populares, en todas las zonas urbanas, en todos los municipios y en todos los estados.

La gente defendió con hidalguía su derecho a votar, su voto y la participación ciudadana de inmediato, desde el momento de abrir las mesas, o cuando se impidió su entrada a los centros de votación, como quedó evidenciado en el video que se hizo viral de la responsable del Centro de votación que al son de besos y bailes burlescos se mofaba del electorado.

La ciudadanía debe tener confianza y fe en su diligencia, especialmente en el liderazgo de María Corina Machado, quien debería estar acompañada de la voluntad de la institucionalidad de la sociedad civil empresarial, gremial, académica, vecinal etc.

El fraude no es contra Edmundo González, es contra el país, contra la democracia y concretamente contra la soberanía popular del venezolano.

Elsa Muro