Carlos Ochoa: La mente autoritaria está desnuda

Carlos Ochoa: La mente autoritaria está desnuda

Que me disculpe la visita de la comunidad internacional por llamar su atención y refrescarles que en Venezuela estamos enfrentando un caso típico de autoritarismo, el cual ha cometido todos los excesos y se ha tragado todas las luces rojas sin respetar a nada ni a nadie.

Para explicar brevemente qué es una mente autoritaria y cómo funciona, comencemos mencionando algunos rasgos que la psicología define como personalidad  autoritaria.

El primero de los rasgos que mencionan los investigadores que han estudiado el tema es el de erigirse como centro de atención para decidir que está bien o mal, qué es verdadero y qué no es verdadero, la verdad respaldada con pruebas y testimonios no importa absolutamente nada para la mente autoritaria, lo que se da por verdadero es lo que impone la mente autoritaria manipulando los hechos, a la mente autoritaria le tiene sin cuidado la opinión de los demás y en esta oportunidad en Venezuela el voto de los otros, que constituye la mayoría que no comparte, la reducida y estrecha visión de la realidad del autoritarismo, que se ha mantenido hasta ahora ejerciendo la violencia, comprando apoyos, amenazando y metiendo miedo a una población indefensa literalmente, porque la mente autoritaria controla   todos los poderes del estado, utilizándolos  para su beneficio, en contra de los que disienten de la mentira vestida de verdad, que son la inmensa mayoría que está agotada de tanta división generada por el odio y resentimiento, la gente que gritó el 28 de julio en las urnas electorales que el rey está desnudo, sin que ningún  poder del estado pueda cubrir su desnudez, para vestirlo se requieren las actas reales que no han presentado ni presentarán, la jugada con el TSJ no exculpa al CNE, sin actas validadas por peritos internacionales e imparciales el rey continuará desnudo frente al mundo, pero eso no les importa porque están convencidos que los otros no existen, son seres irreales que conspiran contra la verdad autoritaria, apátridas, lacayos del imperio, todo menos pueblo en su acepción de ciudadanos con derechos, porque al disentir de la verdad autoritaria los perdieron y están en la mira de la mente autoritaria que trabaja para controlarlo todo por cualquier medio.





Sin embargo como la mentira tiene patas cortas, en esta ocasión la mente autoritaria no tiene ni un solo argumento creíble o verificable que sustente lo que ha pasado con las elecciones, es una realidad que se niega aceptar y por eso insiste con la violencia y una narrativa de conspiraciones, hackeos desde la cara oculta de la luna y lideres  opositores vendidos al imperialismo.

 No tengo una bola de cristal para predecir que sucederá en el futuro próximo, pero observo que la única vía de salir ilesos como república es una negociación en que se reconozcan las partes y el resultado real que todo el mundo sabe que es el verdadero, no por creencia sino por evidencia y se de paso a una transición pacifica, que restituya la credibilidad de un estado dominado y destruido por el autoritarismo desde hace 25 años.