Los inversores mundiales entraron en pánico el lunes ante las señales de una desaceleración de la economía estadounidense, con fuertes caídas en las bolsas asiáticas y europeas.
Por La Nación
Se trata de un fuerte cambio en los principales mercados del mundo, que durante gran parte del año pasado habían alcanzado nuevos picos, impulsados por el optimismo sobre el enfriamiento de la inflación, los mercados laborales sólidos y la promesa de la tecnología de inteligencia artificial.
Las caídas fueron especialmente pronunciadas en Japón, donde los temores sobre la economía se sumaron a otras preocupaciones sobre el daño que un fortalecimiento del yen podría causar a las ganancias corporativas. La inquietud se extendió a Europa, donde todos los mercados importantes del continente registraron caídas. Se espera que las pérdidas continuarán en los Estados Unidos. Los futuros de acciones del S&P 500 cayeron más de un 2 por ciento y los del Nasdaq cayeron más de un 4 por ciento.
Crece el desempleo
Las caídas siguieron a un informe de empleo de Estados Unidos del viernes que indicó que los empleadores habían desacelerado significativamente la contratación en julio, con el desempleo aumentando a su nivel más alto en casi tres años. Esto profundizó los temores de que la economía más grande del mundo se estaba enfriando y de que la Reserva Federal pudo haber esperado demasiado para recortar las tasas de interés.
El mercado laboral de Estados Unidos se desaceleró más de lo esperado en julio, con un aumento de la tasa de desempleo a 4,3%, la más alta desde octubre de 2021, un dato que inquieta a la Reserva Federal (Fed) y que se conoce a tres meses de la elección presidencial.
La tasa de desempleo aumentó 0,2 puntos en julio, en comparación con el 4,1% en junio, según cifras divulgadas el viernes por el Departamento de Trabajo. Asimismo, en julio sólo se crearon 114.000 empleos, frente a los 179.000 del mes anterior, una cifra revisada a la baja respecto a los 206.000 nuevos puestos de trabajo anunciados en junio.
Los analistas consideraban que la tasa de desempleo debe ubicar en 4,1% en julio, pero con una caída en la creación de empleo, hasta 185.000, según el consenso recabado por la firma especializada MarketWatch.
“El empleo está creciendo de forma más gradual en un momento en el que la inflación ha caído considerablemente”, señaló el presidente estadounidense el viernes pasado, Joe Biden, citado en un comunicado de prensa.
Después de tres años de escasez de mano de obra que llevó a los empleadores a aumentar los salarios para atraer y retener a los trabajadores, lo cual fue alimentando la suba de la inflación, la situación se está reequilibrando.
“El sector privado, excluyendo la asistencia sanitaria y la asistencia social, se ha deteriorado rápidamente y ahora está anémico (…) Los hogares estadounidenses están sintiendo los efectos”, comentó Julia Pollak, economista jefe del sitio de anuncios de empleos ZipRecruiter.
Aumenta el temor a una recesión
En su reunión de la semana pasada, los funcionarios de la Reserva Federal mantuvieron las tasas de interés en su nivel más alto en dos décadas, donde han permanecido durante un año. Está previsto que las autoridades del banco central se reúnan nuevamente a mediados de septiembre.
Basándose en la debilidad del informe de empleo, Goldman Sachs dijo en una nota que ahora esperaba que la Reserva Federal recortara las tasas de interés en sus próximas tres reuniones, un cronograma de recortes más agresivo de lo que el banco de inversión había esperado anteriormente. Los analistas del banco elevaron su pronóstico sobre la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses al 25%, desde el 15% anterior.
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