Tras el sismo de magnitud 5,2 que sacudió al sur de California este miércoles 7 de agosto, los especialistas geólogos hicieron una fuerte advertencia para la región y pidieron a la población que no descarte la aparición de nuevos y más frecuentes movimientos de tierra en la zona, incluida la posibilidad del temido megaterremoto Big One.
Por La Nación
El temblor se registró durante la madrugada, a las 1.09 hs Pacific Daylight Time (PDT), a 23 kilómetros de Lamont, al suroeste de Bakersfield, aunque también se sintió en Fresno, Reedley, Lindsay y Santa Bárbara y, en menor intensidad, en Los Ángeles. Así lo informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), que también indicó que luego se registraron más de 50 réplicas.
Horas más tarde, una advertencia de una especialista del Instituto Tecnológico de California alertó a la población nuevamente. “Últimamente hemos tenido un par de décadas bastante tranquilas. Por eso creo que es un buen momento para recordarle a la gente que California es un lugar de terremotos y que, a largo plazo, deberíamos esperar más terremotos de los que hemos estado viendo en los últimos 20 años”, advirtió la sismóloga Lucy Jones.
La posibilidad del “megaterremoto” Big One en California
La falla de San Andrés, que se extiende aproximadamente por 1300 kilómetros a través de California, a lo largo del límite entre las placas tectónicas del Pacífico y de América del Norte, suele tener una actividad sísmica prolífica. En este contexto, un posible escenario alarma a los geólogos de la región: la inminencia en este siglo y en la costa oeste de un nuevo Big One, como se los llama a los megaterremotos de 8 puntos o más de magnitud, que tienen una estremecedora capacidad destructiva.
Desde que se tienen registros, ha habido siete de ellos: el Fuerte Tejón, en 1857 y en 1881; y el de Parkfield, en 1901, en 1922, en 1934, en 1966 y en 2004, según datos del USGC. Aún así, ninguno de ellos alcanzó los 9 puntos de magnitud. A partir de estimaciones, registros de tsunamis huérfanos en Japón, evidencia de bosques fantasmas ahogados e historias de los pueblos activos estadounidenses, se cree que la última vez que tuvo lugar uno de estas dimensiones fue en 1700. Y es algo que no se descarta para el próximo Big One.
El sismo de este martes es el primero de magnitud superior a 5 con epicentro en tierra que registra el Estado Dorado desde agosto de 2023, cuando un sismo de magnitud 5,1 se desarrolló cerca de Ojai. Es también el temblor más fuerte en esa jurisdicción desde el terremoto de magnitud 5,5 del 11 de mayo de 2023, ocurrido en el lago Almanor.
Así, tras varias décadas de calma, la actividad sísmica en la región es cada vez más frecuente e intensa, lo que lleva a pensar a muchos investigadores en la posibilidad de que el surgimiento de un nuevo megaterremoto esté cada vez más cerca. Harold Tobin, director de la Red Sísmica del Noroeste del Pacífico, advirtió en una investigación reciente: “Tenemos el potencial de que se produzcan terremotos y tsunamis tan grandes como los mayores que hemos experimentado en el planeta”.
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