Manuel Barroso fue un venezolano de excepción. Como psicólogo se adentró a fondo en el comportamiento del venezolano en todas sus facetas.
Abordó la psicología en el ámbito individual, de familia, en las empresas y en la sociedad. Se centraba en la persona y en sus cinco contextos: individuo, pareja, familia, empresa y comunidad, con un enfoque sistémico, estratégico y ecológico, con énfasis en las intervenciones sobre los procesos en cada uno de estos laboratorios humanos.
Dejó una extensa obra escrita que será referencia para futuras generaciones. Comenzó escribiendo una novela: Se abren los caminos (1990), luego vino su libro insignia: Autoestima del Venezolano. Democracia o marginalidad (1991), mi favorito, donde plantea la dicotomía del venezolano de entonces, entre considerarse viviendo en un país rico, de gente hospitalaria, tierna, inteligente y sencilla, pero que, por otra parte, fomenta la división, la violencia como expresión del abandono, el resentimiento por maltrato y desconfianza en sus relaciones. A este le siguieron Autoestima: Ecología o Catástrofe (1998), en este estudio insta al lector a tomar conciencia de sí mismo y a entender que la autoestima no existe en abstracto sino dentro de un sistema y un contexto.
Continúo su producción con Meditaciones Gerenciales (1999); Conciencia: Significado y Trascendencia (2014); Voces bajo la cama (2014); Ser Familia (2018); Crisis: la cultura del subdesarrollo (2019), entre otros títulos.
Manuel lo conocí en 1984, cuando el Consejo Venezolano de la Industria (CONINDUSTRIA) promovió el Primer Seminario de Empresas Familiares, evento realizado en el Hotel Tamanaco, cuyos ponentes fueron: Manuel Barroso, Juan Bustillo, PhD del IESA; Iván Lansberg, hijo, de la Universidad de Yale y el suscrito. Contó con la participación de los propietarios de las empresas familiares más importantes del país, los Mendoza Fleury, Mendoza Goiticoa, Machado Zuluaga, Riera, Lansberg, Beracasa, Vollmer, Sosa, Guruciaga y muchos otros que siguieron las charlas con total atención. A partir del seminario, comenzó el interés sobre este tema en Venezuela y la consultoría especializada requerida.
Manuel Barroso, nació en Caracas, al quedar huérfano, fue criado por su hermana Adelaida, monja, quien construyó el edificio de Fe y Alegría. A los 9 años se inició como seminarista Diocesano y luego ingresó a los jesuitas en el Colegio San Ignacio. Gracias a ellos, pudo realizar estudios en España, Francia, Estados Unidos y Canadá. Se graduó en Humanidades, Filosofía, Teología, Educación, Counseling y Psicología Clínica y Gerencia de empresas familiares, realizando estudios de especialización en las áreas de Dinámica de Grupos, Psicoterapia y Psicoterapia Familiar. Se graduó en diferentes Institutos de formación como en el Mental Health Research Institute de Palo Alto, San Francisco; la Universidad de Loyola en Chicago, (1960-1968) Master en Educación y Psicología Clínica.
Al regresar a Venezuela, ejerció el cargo de Director de la Escuela de Psicología de la UCAB (1968-1970). Manuel dejó los hábitos, y pronto en los pasillos de la UCAB, fue flechado por María Giovanna Osorio, convirtiéndose en pareja inseparable y amor de toda la vida. Como consultor creó su propia empresa Manuel Barroso y Asociados, en Caracas y luego en Coral Gables (2016-2024).
Manuel nos dejó a los 94 años, trabajando, escribiendo, liderando múltiples proyectos sociales hasta su último día. Un ejemplo digno de emular por todos nosotros.
Gerardo Lucas. Economista-Historiador/ gerardolucas.wordpress.com