Calígula: las leyendas alrededor de la película más polémica de la historia

Calígula: las leyendas alrededor de la película más polémica de la historia

El productor Bob Guccione filmó a espladas de Tinto Brass, el director, escenas de sexo explícita que incorporó a las orgías. Para ellas utilizó a las modelos de su revista Penthouse (Créditos: Penthouse Films)

 

 

 

El guionista original y el director pidieron, cada uno a su tiempo y con sus (malos) modos que sus nombres fueran eliminados de los créditos, el productor creó un equipo fantasma que filmó escenas de sexo explícito sin que el director supiera, los tres- director, guionista y productor- cruzaron acusaciones públicas y múltiples demandas judiciales, varios de los actores se encontraban en mal estado y sufrían por sus adicciones, el rodaje fue tortuoso, desde que comenzó a filmarse hasta que se estrenó pasaron casi cuatro años, el presupuesto original se multiplicó por cinco, fue censurada en muchísimos países, también fue perseguida su versión en un formato que recién aparecía: el VHS, los críticos la destruyeron, Gore Vidal, el guionista original, dijo que era la peor película de la historia.

Matías Bauso 

Calígula tuvo todo para terminar en un desastre pero resultó un éxito impensado que recaudó decenas de millones de dólares y se convirtió, en su tiempo, en la película independiente más taquillera de la historia.

Primeros planos de sexo oral, de penetraciones, orgías tumultuosas, actores prestigiosos, escenografía magnífica, un guión remendado mil veces, un director sin control de su material. Una mezcla difícil de comprender, algo irracional, no impidió que Calígula se volviera un hito de principios de los años ochenta. Fue el verdadero imperio romano de muchos jóvenes ochentosos.

La competencia de Playboy

Bob Guccione era considerado por muchos un pornógrafo. Aunque él cuando tenía que llenar un formulario ponía Editor de Revistas. En 1965 había fundado Penthouse, la revista para adultos que venía a competir con Playboy. La estrategia de Guccione siempre fue correr los límites, dar algo más que la competencia. O, por lo menos, algo diferente. Así sus desnudos mostraban vello púbico cuando Playboy no lo hacía. Luego permitió que se vieran genitales y orificios anales de sus modelos. En cuanto a las notas, entrevistas y las secciones de narrativa era imposible jugar en la misma liga que la revista de Hugh Hefner; así que Penthouse se centró en indagar en los asuntos políticos y en las denuncias que conmovían a Washington.

Más detalles en INFOBAE

Exit mobile version