Alain Delon, el ícono del cine que pasó de ser el más lindo del mundo a estar deprimido y pedir la eutanasia

Alain Delon, el ícono del cine que pasó de ser el más lindo del mundo a estar deprimido y pedir la eutanasia

Alain Delon en el funeral del actor Jean-Paul Belmondo en París, Francia (Foto: REUTERS/Gonzalo Fuentes/File Photo)

 

Con cerca de 100 películas, Alain Delon logró cautivar a miles de espectadores a lo largo de su trayectoria. En 2019, el actor francés sufrió un ACV y lo llevó a alejarse de las redes sociales y permanecer recluido. Sin embargo, luego reapareció para un homenaje en Cannes y para el entierro de su amigo Jean-Paul Belmondo. En julio de 2023, la salud del artista se había deteriorado y confesó su deseo de perder la vida al expresar: “Quiero morir, la vida ha terminado”.

Por Infobae





Cuando acudió a las exequias de Jean-Paul Belmondo, su hijo Anthony fue quien estaba a su lado. Antes de darle el último adiós a su amigo, Delon había dicho: “Estoy completamente devastado. Trataré de aguantar allí para no hacer lo mismo en las próximas cinco horas. Ojo, no estaría mal que nos fuésemos los dos juntos…”.

En Cannes comenzó de hecho su leyenda. Fue allí por primera vez en 1956, invitado por una de sus muchas conquistas, y pese a que todavía no había rodado ninguna película su físico y descaro no tardaron en darlo a conocer y en facilitarle el salir de esa edición con una buena agenda de contactos.

“Si no hubiera sido actor estaría muerto. El cine era mi destino”, reconoció en 2017 en la revista Paris Match el intérprete. “Soy actor por accidente”, solía decir Delon, que era hijo de un carnicero de Sceaux que vivió en casas de otras familias tras el divorcio de sus padres cuando él solo contaba con 4 años.

La infancia de Delon

Su padre, de origen corso, administraba un cine de barrio y su madre descendía de una familia argelina, de esas llamadas con desprecio pieds-noir (pies negros). “Hubieran querido que se amaran, que paseáramos los tres juntos, pero no recuerdo haberlos visto jamás caminando de la mano, jamás vi una sola muestra de cariño entre ellos”, recordaría un Delon ya adulto.

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