El pasado lunes 19 de agosto, durante la emisión del programa ConMaduro+, el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, sorprendió a la audiencia al realizar una declaración que no dejó a nadie indiferente. Frente a Nicolás Maduro, abordó uno de los temas más delicados para el chavismo: el resultado electoral. Sus palabras fueron contundentes y mostraron una fractura en el discurso del régimen.
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Villegas comenzó señalando la necesidad de “separar la paja del grano” al referirse a la motivación de muchos venezolanos que han optado por votar en contra del gobierno chavista.
“Se vendió, y muchas personas votaron por la opción o por las opciones de la oposición, porque así como se vendió en el 2015 la idea de la última cola, y de buena fe la gente votó harta de la cola, también hay gente que votó por amor, por amor a los venezolanos que se han ido del país, y les ofrecieron porque regresen, vota porque regresen y mucha gente lo hizo presente, no odiando, sino amando a sus seres queridos que se han ido a otras partes”, dijo.
Este reconocimiento de una narrativa distinta a la del chavismo sorprendió a muchos, ya que sugería una perspectiva que rara vez es admitida por funcionarios del régimen.
“Entonces hoy no basta con denunciar el odio que existe, también estamos obligados a identificar a aquel venezolano que no votó por odio por una opción distinta a la Revolución Bolivariana, sino que lo hizo por amor a su familia, porque quieren un reencuentro”, agregó.
Maduro, notoriamente incómodo, no tardó en interrumpir a Villegas para intentar reencauzar el discurso hacia la línea oficialista. “Pero fue una gran manipulación”, declaró, tratando de desestimar el argumento presentado por su ministro. Maduro insistió en que la salida masiva de venezolanos y el consiguiente voto opositor fueron resultado de una “guerra económica” orquestada contra su gobierno. “El país fue sometido a una guerra económica que es difícil conseguir que otro país en el mundo la aguante”, sentenció.