En septiembre de 2022, la Prueba de Redirección de Asteroides Doble de la NASA demostró con éxito cómo una nave espacial de alta velocidad podría cambiar la trayectoria de un asteroide al estrellarse contra él, proporcionando potencialmente una forma de defender la Tierra, aunque el asteroide en esta prueba nunca representó una amenaza real. Un estudio de seguimiento sugiere que los escombros del Dimorphos, de 160 metros (525 pies), podrían en realidad contraatacar, aunque no estamos en peligro.
Por Gizmodo
El equipo postula que la colisión produjo un campo de eyección rocosa que podría alcanzar la Tierra en un plazo de 10 años. La investigación se encuentra actualmente en el servidor de preimpresión arXiv y está programada para publicarse en The Planetary Science Journal.
La misión DART fue tan importante porque mostró que la humanidad realmente tiene una forma de defenderse de la amenaza existencial de rocas espaciales entrantes, como la que terminó con la primacía de los dinosaurios en la Tierra hace unos 66 millones de años. El equipo de DART fue uno de los ganadores de la Feria de Ciencias de Gizmodo 2023 por este logro sobresaliente en defensa planetaria.
La información de las rocas desprendidas
En su estudio reciente, los científicos analizaron datos recopilados por el Light Italian CubeSat for Imaging of Asteroids, o LICIACube, que observó de cerca el impacto de DART en Dimorphos. Luego, introdujeron los datos de LICIACube en supercomputadoras del Centro de Navegación e Información Auxiliar de la NASA (NAIF) para simular cómo los escombros del asteroide, básicamente polvo y roca, podrían haberse dispersado en el espacio.
Las simulaciones rastrearon alrededor de 3 millones de partículas expulsadas por el impacto, algunas de las cuales son lo suficientemente grandes como para producir meteoros que podrían ser vistos en la Tierra.
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